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ANKARA.- El caos se apoderó de las calles de Estambul y Ankara, las principales ciudades de Turquía, ayer por la noche, cuando un grupo del Ejército anunció que había “tomado el poder”, bloqueado todas las redes sociales y crear varios choques entre los militares y los seguidores del régimen de Recep Erdogan, actual presidente del país.
La Fiscalía general y el primer ministro dieron cifras oficiales este sábado. Los militares dispararon contra civiles que protestaban por el intento de golpe de Estado. Al menos 161 personas murieron en todo el país, según datos del gobierno informados por el diario Hürriyet.
Por su parte, el primer ministro, Binali Yildirim, afirmó que los cabecillas de la rebelión son unos 40 altos mandos, principalmente coroneles pero también algunos generales, uno de los cuales habría muerto durante el golpe. Indicó además que unos 1.563 militares fueron detenidos. Según fuentes oficiales 29 coroneles y cinco generales fueron removidos de sus cargos.
El levantamiento militar en Turquía provocó choques con civiles y ataques aéreos, mientras que el presidente pidió a sus seguidores a través del Facetime en la TV Pública, que salgan a las calles y detengan a los militares rebeldes.
La sede de la Dirección de Seguridad en Ankara fue atacada al menos dos veces por aviones y helicópteros del Ejército. En torno a ese edificio escucharon numerosos disparos y explosiones, así como en las inmediaciones de la emisora de televisión pública TRT. Así fue atacada la sede de Inteligencia en Ankara
Posteriormente, los soldados se retiraron y la policía ocupó el edificio del aeropuerto, donde se congregaron cientos de personas. Al mismo tiempo, numerosos vehículos blindados cortaron la principal avenida de Estambul, cerca de la sede central de la Policía de la ciudad, la más importante del país.
Tanto el presidente Erdogan como otros miembros del gabinete, responsabilizaron a los que llevan años llamando “el Estado paralelo”; es decir, los seguidores del predicador islamista Fetullah Gülen, al que acusan de intentar desestabilizar Turquía. Dos de los partidos parlamentarios en la oposición, el socialdemócrata CHP y el nacionalista MHP, fueron condenados por intento fracasado de golpe al gobierno.
