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Efraín Alegre no tendrá mayoría en el Directorio del PLRA, lo que hará muy difícil la gobernabilidad puesto que como presidente no podrá imponer sus decisiones sino estar en permanente enfrentamiento a los sectores disidentes encabezados por Blas Llano y Salyn Buzarquis.
ASUNCIÓN.- La idea de los llanistas y buzarquistas es evitar que el sector de Llano pueda tener mayoría en el Directorio, de allí que han decido unirse para tenerla ellos.
Esto no es anecdótico puesto que la intención de Alegre, transmitida durante toda su campaña electoral, fue utilizar el partido como un trampolín para lograr lo que realmente le interesa, la Presidencia de la República. De hecho, lo primero que hizo cuando se confirmó su victoria fue anunciar que buscaría una gran concertación con los demás sectores de la Oposición para enfrentar al Partido Colorado en el 2018. El tema es que el presidente electo del PLRA no piensa en nadie más que en él mismo como el único que puede encabezar esa alianza electoral.
Posiblemente ese haya sido el error de Alegre, no dar importancia al proceso interno de su partido y hablar directamente de su deseo de ser presidente de la República. De hecho, toda su campaña electoral estuvo dirigida a atacar al gobierno de Cartes como si el jefe de Estado hubiera sido su verdadero rival y no los otros candidatos a presidir el partido.
Es cierto que ganó las elecciones y fue electo presidente del partido, pero si no logra tener alguna mayoría, por muy pequeña que sea, para gobernar, no podrá hacerlo de ninguna manera y se encontrará con un bloque opositor que puede imponer sus ideas y hacerle la vida muy difícil. Al final, su victoria puede resultar pírrica y muy dolorosa.
Otro problema que tiene Alegre es su soberbia. Si hablara de una concertación en la que se decidirá quienes la encabezarán, probablemente caería mucho mejor que insinuando a cada rato que el único que puede enfrentar a los colorados y ganarlos es él mismo.
Lo cierto es que en el directorio del PLRA, los sectores disidentes de Llano y Buzarquis tendrán mayoría, lo que significa que le dificultarán seriamente la tarea al presidente electo, quien bien merecido lo tiene.
