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Pasaron dos meses de las elecciones generales, en donde Mario Abdo Benítez ganó la Presidencia con el apoyo de toda la ANR y el intenso trabajo desplegado por el movimiento Honor Colorado, que obedecía instrucciones de su líder, Horacio Cartes. Pero en este corto tiempo las cosas cambiaron y los añetete hacen abiertamente campaña anti HC, mientras el presidente electo toma distancia con indiferencia.
ASUNCIÓN.- Increíble lo que cambiaron las cosas en tan poco tiempo. El abrazo republicano y la unidad en torno a la Lista 1 se esfumaron ni bien se confirmó el triunfo de Abdo Benítez, lo cual no deja de tener el tufillo a oportunismo alevoso por parte del presidente electo y su entorno.
Ahora resulta que el futuro ministro del Interior y uno de los más cercanos a Marito, Juan Ernesto Villamayor, critica a Cartes porque él prometió unidad sin condicionamientos, por lo que no tiene derecho ahora a esperar que los añetetes apoyen su juramento al Senado.
Hay situaciones en las que no se necesita firmar ningún documento y que deberían bastar las palabras y las acciones para saber que alguien tiene un compromiso con otro. Esto es lo que ocurrió desde el inicio de la campaña electoral, ni bien terminadas las internas. El presidente y los integrantes de Honor Colorado cumplieron a rajatabla con el trabajo absoluto por la Lista 1 sin ningún condicionamiento.
Nadie pidió cargos ni buscó alguna ventaja personal o para el equipo. Este compromiso absoluto con el partido hizo posible el triunfo de Abdo Benítez porque si Cartes hubiera hecho lo que en el 2008 hizo Luis Castiglioni, otra muy diferente sería la historia.
Esto merece un reconocimiento. Para colmo, no es que Marito y su equipo hayan sido engañados. Ya en las internas compitió Cartes como precandidato al Senado, y ganó. Y en las generales de abril compitió de nuevo, ya con la habilitación de la Corte, y volvió a ganar, convirtiéndose en el senador electo más votado en estas elecciones. Y aún hay más, esos añetete que lograron entrar al Senado lo hicieron colgados del nombre del presidente, que estaba en un bien visible y contundente primer lugar en la lista.
Pero nada de esto parece importar. Marito toma distancia y muestra una absoluta indiferencia ante la decisión de una parte de su movimiento de hacer una abierta campaña anti Cartes, como si jamás hubieran sabido que el jefe de Estado pretendía ser senador activo. A esto es a lo que se llama incoherencia.
PARA MARITO, ACATAR RESULTADOS ES UN “BERRINCHE”
“Que Cartes se pelee solo”, dice el principal titular de tapa del diario Última Hora en su edición de ayer, reproduciendo las expresiones de Mario Abdo Benítez. Según algunos referentes oficialistas, pareciera que el presidente electo piensa que el jefe de Estado tiene un berrinche por cuestionar el atropello al Estado de Derecho y el desconocimiento de la voluntad popular.
Como si un constitucionalista del renombre de Juan Carlos Mendonca no hubiera dicho que estamos a las puertas de un caos jurídico e institucional, Abdo Benítez adopta una postura infantil e irracional, pretendiendo ningunear a Cartes e ignorar la abierta desobediencia a una sentencia de la Corte, la misma que hasta hace pocas semanas el presidente electo decía que había que obedecer.
Ahora las cosas parecen haber cambiado, tal como mencionan los cartistas, quienes cuestionan la actitud de Abdo Benítez y sus expresiones, porque demuestran una falta de respeto total hacia la unidad construida en base a compromisos serios y que debieron ser respetados.
Cabe recordar lo que expresó el doctor Mendonca respecto al juramento de HC: “Las sentencias tienen por finalidad poner fin al conflicto y alcanzar así la paz social. En consecuencia, si no se respetan los fallos de la Corte Suprema de Justicia, como lo está haciendo el Senado, el conflicto continúa y se abren las puertas al caos… “Para mí esta situación es muy preocupante. La sociedad está muy dividida, tan confrontada, los partidos políticos están en conflicto entre sí y en conflicto muy fuerte internamente”. Añadió: “El hecho de no querer respetar la decisión de la Corte, argumentando que no es confiable, es muy grave y podría desencadenar en un caos en el país. Si los tribunales no son confiables deberíamos vivir sin leyes, y cada uno hacer la justicia como quiere. Esta situación es una incitación a la anarquía”. Sin embargo, Marito insiste con tomar el tema con absoluta indiferencia.
