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Después de verse acorralado para reducir el precio de los combustibles, el gobierno de Mario Abdo Benítez propuso debatir el rol de regulador en base a la competencia en el mercado. Respondió al sector que criticó en todo este tiempo a Petropar por su negativa a acompañar la caída del crudo y del dólar y adoptó la misma excusa utilizada por Patricia Samudio para mantener los precios altos. “No somos productores, entonces, estamos siempre sujetos a precios internacionales y algunos, de manera maliciosa, tratan de criticar al gobierno cuando nuestra obligación es no poder vender a precios a menos del costo”. A continuación se contradijo: “Hoy pudimos dar una buena noticia, pero no me haré cargo, es en base a un precio internacional”.
ASUNCIÓN.- Como una suerte de respuesta a la fuerte presión ciudadana sobre el gobierno para reducir el precio de los combustibles, el presidente Mario Abdo Benítez propone debatir el rol de ente regulador que se implementa desde 1995.
No adelantó cuál es su proyecto, pero sí explicó que “este tema de los combustibles debemos debatir, sobre todo el rol de Petropar como ente regulador y a la vez salir al mercado a competir”.
De esta manera, el jefe de Estado pone en entredicho la misión de la petrolera que, en el quinquenio pasado, arrojó buenos resultados cortando de esta manera el dominio absoluto de los emblemas privados, fijando precios con márgenes de ganancias hasta escandalosos.
Agregó Abdo Benítez, que se debe discutir “si la empresa seguirá siendo regulador”, aprobando de esta manera las últimas declaraciones de Patricia Samudio, presidente de Petropar, quien ya venía demostrando la intención de devolver a los privados el papel anterior y convertir a la compañía del Estado en mero furgón de cola.
El argumento presidencial es que “nosotros no somos productores, estamos siempre sujetos a los precios internacionales”.
Luego, se acordó de los cuestionamientos por la campaña privatista de Samudio y apuntó que “algunos critican de manera maliciosa al gobierno, cuando tenemos la obligación de no poder vender por debajo del precio de costo”.
Lo que olvidó el jefe de Estado es que el viernes 23 de noviembre, la semana pasada, el precio del crudo estaba en el mismo nivel que abrió el lunes 25, sin embargo, Samudio reconfirmó aquel mismo viernes que no había condiciones, “y si seguía esta tendencia bajista quizás en enero se estudiaría una baja de precios”. ¿Qué cambió del viernes 23 al lunes 25?
Presionada por la creciente reacción ciudadana y algunos medios de prensa, Samudio anunció el lunes pasado que desde el 1 de diciembre la disminución de los precios por litro del diésel tipo III (común) y del Gas Licuado de Petróleo (GLP). La titular de la estatal petrolera argumentó que aún “no se dan los números” para bajar la nafta.
De esta manera, el ajuste a la baja es de G. 150 por litro cada uno. El diésel común pasa de costar de G. 5.230 a G. 5.080 por litro y el GLP, de G. 3.475 a G. 3.325, en 160 estaciones de la red de distribución de la petrolera estatal.
La cotización del precio de barril de petróleo alcanzó el valor más bajo en lo que va del año, US$ 51 por barril año y en su mayoría, los países consumidores reaccionaron en el mismo sentido.
El gobierno paraguayo atinó a una tímida reducción y solo del gasoil común, el tipo III, que es el menos utilizado por la gente, e insiste en mantener alto el precio de las naftas y de los otros tipos de diésel, los más utilizados.
Cada día que pasa sin que el presidente decida reducir el precio de las naftas, los emblemas privados ganan sin ninguna justificación G. 1.200 millones, obsequio del gobierno.
