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Lo sucedido entre Nadia Agüero de Escobar y el sacerdote Matías Ciamaga, vicario de la parroquia de Ñemby, para muchos no constituye ninguna novedad. “Es normal en nuestra iglesia”, dijo Antonio Flores, quien asegura conocer muchas “víctimas”. La referencia es a los casos y humillaciones denunciados por la mujer durante la celebración de su casamiento.
ÑEMBY (Dpto. Central).- Como era lógico suponer, la denuncia hecha por una joven de esta ciudad contra el sacerdote Matías Ciamaga, se propagó como reguero de pólvoras. Las reacciones fueron diversas, en algunos casos contradictorios, pero es evidente que son muchos más los que dejaron entrever su decepción por lo sucedido.
Muchos feligreses tomaron literalmente el relato de Nadia Agüero de Escobar, para criticar con dureza al vicario de la parroquia de esta ciudad. “El sacerdote de nombre Matías nos tuvo a ambos (con su ahora esposo Juan Escobar) horas haciéndonos preguntas exclusivamente acerca de nuestra vida sexual”, relató Nadia.
Luego agregó: “Nos preguntó número de personas con quienes tuvimos relaciones sexuales en nuestra vida, nos preguntó acerca de la masturbación, homosexualidad, sexo oral, anal, forma en que nos cuidábamos para no tener hijos…”.
Subrayó la denunciante; “Salí llorando de la casa parroquial, nunca me sentí más acosada y humillada en mi vida”, manifestó. También se refirió a la actuación del padre Tadeo Brzuszek, párroco de Ñemby.
“Sentimos cierto rechazo por él. Nos hizo sentir un poco indignos de llegar hacia el altar porque ambos ya tenemos hijos y porque Juan (su marido) tiene tatuajes”, sostuvo.
Antonio Flores asegura que no es novedad esto en esta ciudad. “Es algo normal esto aquí en Ñemby”, manifestó y agregó: “Luego se preguntan por qué hay tanta migración a las iglesias evangélicas”, dijo.
Por su parte Laura Almirón, sostuvo, “así estos sacerdote alejan a los jóvenes de la Iglesia”.
Otras personas, quienes ensayaron defensa al sacerdote, sostienen que en la confesión hay que contar todo y que nuestra gente no está nomas acostumbrada, porque los sacerdotes paraguayos no hacen esas preguntas.
Vale remarcar que Matías Ciamaga, nacido en Polonia, lleva años trabajando en estas tierras americanas. Es un sacerdote valorado especialmente como un buen confesor y guía espiritual, entre tantas otras cosas, según su congregación San Miguel Arcángel.
“Esto no es ataque a la iglesia”
Nadia Agüero de Escobar, volvió a referirse al caso y enfatizó que “esto no es un ataque a la iglesia. Como madre soltera que fui por muchos años, me costó mucho intentar encaminar mi vida y la de mis hijos, por ejemplo bautizarlos, porque no estaba casada”.
Siguió diciendo: “Si regreso una y otra vez a la misma religión, creo que es justamente porque soy fuerte en lo que creo, que si entiendo lo que es el sacramento. Si no entendiera el sacramento, no lo iba a pedir, hubiera seguido siendo solo casada por lo civil”.
Nadia comentó también que mucha gente le escribió a favor y en contra. “Y la realidad, si yo hice público esto fue porque no tenía idea en realidad a lo que me exponía, pero aun así sigo sosteniendo que no hay rencores, no quería ser el centro de atención, simplemente conté algo que para mí no era la forma”.
Dijo igualmente que hoy espero y cree que realmente puede servir “para que no nos estemos señalando como, que uno sea más pecador que otro se menos. Y que realmente seamos unidos en Cristo para atraer personas hacia nuestra parroquia. Y no para que uno nunca más quiera ni pisarla”.
