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“Las viejas prácticas” de funcionarios es una de las causales de la retracción de las recaudaciones en enero de la Dirección General de Aduanas (DGA), reconocida por su director general Julio Fernández. Es parte de lo que el funcionario califica como “nos metieron algunos goles”. El carnaval brasileño y el año nuevo chino también aportaron presión a la baja. La caída de ingresos representa el 6,5% en comparación al mismo periodo del año pasado.
ASUNCIÓN.- Después de 20 días, la dirección de Aduanas reconoció que las recaudaciones de enero cayeron. Su director general Julio Fernández intentó explicar los motivos principales de esta coyuntura, de tres argumentos, uno de ellos quizás el más importante y constante: el maletín y la evasión, aunque sobre el primer caso no quiso dar más referencias.
“Nos metieron algunos goles”, inició su explicación y a continuación destacó que “las viejas prácticas” de los funcionarios es una de las causales. Le siguen “el carnaval en Brasil y el año nuevo chino”, destacó.
Enero y febrero son meses que habitualmente registran bajas recaudaciones, sin embargo, este año, el primer mes marcó índices de 6,5% menos que enero del 2018, “mucha diferencia”, estimaron los analistas en su momento.
Las cifras publicadas en la página de la DGA indican que “la suma alcanzada el último mes alcanza G. 838.000.000.000, monto que representa un descenso del 6,5 % respecto al mismo periodo del año anterior”.
Febrero, por su parte, es considerado todavía más complicado, ya que trae menos días y además soporta factores como el carnaval brasileño, que reduce la cantidad de compradores y el año nuevo chino que también paraliza a la economía. No obstante, presume un empate respecto al mismo mes del año pasado, “y si se registra un descenso será mínimo”, apuntó.
“Hay una preocupación en el sentido de que no es lo que estábamos esperando, no estamos en el ritmo que estábamos esperando”, reconoció el funcionario de Aduanas.
La evasión preocupa a Fernández y apunta que es uno de los factores importantes de la caída de los ingresos. “Hay una brecha de evasión contra la que se lucha de forma permanente. En enero sentimos que nos marcaron algunos goles de vuelta, no solo los funcionarios, también importadores y despachantes”, dijo.
Destaca que su administración intenta varias estrategias tendientes a combatir, a “romper viejas prácticas”; es una guerra constante y que “es posible lograr esto con un refuerzo de los controles”.
