ADN Digital
Artículos relacionados
Sabemos que el fútbol y las matemáticas no siempre se llevan bien. Sobre todo a la hora de hablar de pronósticos y cálculo de probabilidades. Esta última es una asignatura que se estudia en las facultades de ciencias exactas y naturales y que puede determinar las posibilidades de cualquier evento a futuro. La condición es que puedan ser evaluables en todas sus coordenadas.
ASUNCIÓN.- (Por José María Troche). Y allí está la cuestión: hay unos números que hablan de partidos jugados, perdidos, ganados o empatados, de goles a favor y de goles en contra y hasta de promedios hasta allí todo es calculable.
Pero lo que no puede evaluar, porque en el fútbol no hay imposibles, es la conducta y el rendimiento de los equipos ni aún en un futuro cercano como son las tres próximas fechas del campeonato. Hoy, a la vista de esas tres fechas, podemos decir que: faltan 9 puntos por jugar, que Cerro Porteño, con 39 puntos, tiene 5 más que Guaraní, que está con 34, y 6 más que Olimpia que aparece con 33. General Díaz tiene 31 puntos, pero anoche jugaba recién su partido de la 19ª fecha ante Nacional.
MATEMÁTICAMENTE POSIBLE
Si decimos que Cerro Porteño depende de sí mismo para ser campeón es porque matemáticamente al equipo le basta ganar 6 puntos para ser campeón. Ninguno de sus perseguidores lo puede alcanzar, ni ganando todos los partidos que faltan. Pero para esta certeza matemática se cumpla, el Ciclón tiene que ganar 2 de los tres encuentros que le faltan Si no lo consigue, corre el riesgo de ser alcanzado o superado por sus perseguidores.
Si decimos que hay tres clubes, además de Cerro Porteño, que pueden ser campeón, es porque matemáticamente es posible superar alcanzar y hasta superar al Ciclón. Faltan 9 puntos por jugar. Guaraní y eventualmente General Díaz pueden llegar a un máximo de 43 puntos y Olimpia a 42. Es decir que para que se concrete la posibilidad necesitan obligatoriamente que Cerro no gane más de 4 de los 9 que restan. Solo así llegarían a la fecha final y pelear el campeonato.
Como se ve, eso es hacer futurología, adivinanza pura o, en el mejor de los casos, expresión de deseos. Es cierto que en el mundo de los números y del fútbol todo es posible, pero por ahora, siguen mandando las matemáticas.
