ADN Digital
Artículos relacionados
Según Juan Carlos Galaverna, es poco menos que una blanca paloma, puesto que cuando dijo que había cambiado los resultados de las internas del 92 y asumido la violación constitucional, mintió para proteger a Nicanor Duarte Frutos y Blanca Ovelar, quienes estaban por ser denunciados por fraude en los comicios colorados del 2007.
ASUNCIÓN.- En un programa periodístico y ante una consulta del conductor, la audiencia habrá quedado anonadada al escuchar a Calé decir que –había sido- no es un violador de la Constitución y que jamás hizo trampa en unas elecciones.
Hace 11 años, también en un programa, Galaverna confesó públicamente haber adulterado los resultados de las internas de 1992 para dar ganador a Juan Carlos Wasmosy cuando que, en realidad, quien había triunfado era Luis María Argaña. A partir de ahí, varias voces indignadas se levantaron en contra del senador, a pesar de lo cual ni la Fiscalía ni la Justicia consideraron de interés iniciar una investigación de oficio, si bien el delito era grave y que “a confesión de parte, relevo de prueba”, es decir, lo expresado por Calé era más que suficiente para enjuiciarlo.
Pero no pasó nada, aunque a partir de allí el inamovible senador empezó a ser conocido como el “único violador confeso de la Constitución”, algo que, en todo este tiempo, no desmintió y, ni siquiera, parecía molestarle; al contrario.
Ahora parece que las cosas cambiaron para él, sobre todo desde que Óscar González Daher condicionó su renuncia a la lista de candidatos colorados al Senado si Calé hace lo mismo, es decir, declina su candidatura. Lo que ocurre es que, si bien a menudo se dice que el legislador de Ypacaraí está detrás de una cantidad de entuertos y negociados, no hay realmente pruebas de nada.
Así que de lo único que se le puede acusar con contundencia es de haber violado la Constitución robando a Argaña las internas del 92. Y eso, porque él mismo lo confesó. Por lo tanto, ante el temor de que se le empiece a presionar a él también para que renuncie a su enésima reelección en el Senado, se apresuró a desmentir lo que dijo en el 2007 y a mostrarse absolutamente inocente del alevoso fraude que se hizo para dar el triunfo a Wasmosy.
“Mentí cuando dije que fui parte del equipo que robó la voluntad popular adulterando actas en el 92. Admito que me enteré al segundo día, pero no fui partícipe de aquel episodio. Lo hice para descomprimir la intención que tenían sectores ligados a Castiglioni de acusar a Blanca Ovelar y Nicanor de estar detrás de un plan de robo en las internas del 2007”, afirmó. Habrá que ver ahora quién le cree.
