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ASUNCIÓN.- Al Frente Guasu le salió “el tiro por la culata”, seudo-dirigentes y políticos populistas, trataron de manipular a los campesinos según sus intereses. El esquema consistiría en crear el caos y lograr el levantamiento del pueblo, apoderarse del gobierno y así seguir lucrando con las carencias del campo o financiar las próximas campañas políticas.
Los dirigentes de Frente Guasu, en especial Fernando Lugo Méndez, expresidente y senador de la Nación; Elvio Benítez, concejal departamental de San Pedro; José “Pakova” Ledesma; Sixto Pereira, senador de la Nación, y el también senador Hugo Richer, entre otros, habrían montando el mismo esquema, la de mentir a los campesinos para seguir lucrando con las carencias del campo y conseguir financiamiento para la próxima campañas políticas.
Utilizan la improvisación, el favoritismo y la politiquería, y lo convierten en caldo de cultivo de la corrupción. Están dejando al desamparo a un vasto sector de la población rural, y lo emplea como materia para la agitación social que propicia aventuras ideológicas y para organizaciones delictivas. La meta sería crear el caos y apoderarse del poder.
LAS DOS CARAS DEL CAMPESINADO
En nuestro país, la clase campesina se divide perfectamente en dos segmentos. Están los que trabajan en el campo, los que no quieren saber nada de cierres de rutas y otros tipos de protestas, porque no tienen tiempo, deben limpiar, preparar la tierra y cultivar. Mientras, que en la otra vereda están los que no quieren trabajar y pretenden que el gobierno deben mantenerlo y por cualquier cosa arman manifestaciones y piden subsidios. Éstos últimos son presas fáciles de Elvio Benítez, José “Pakova” Ledesma y otros. Estos personajes arman toda la parte operativa, ya que tienen facilidades de palabras para mentir y tiene sus contactos, mientras que los labriegos consiguen la parte logística, como ser mandioca, maíz, poroto, y otros para la comida, incluso pagan el transporte.
Mientras tanto los políticos extorsionadores se encargan de amenazar al gobierno con toda su artillería, además ya reunidos con los campesinos, crean caos en las rutas, en las plazas y en cualquier parte, como lo están haciendo. Según las negociaciones no les interesa la negociación de las deudas, sin dinero en efectivo.
Pero según los mismos labriegos nunca les alcanza lo prometido por los seudirigentes, solamente una parte y el grueso se queda en sus bolsillos.
DEMUESTRAN HOSTILIDAD
Lejos de que acabe el conflicto, lo que probablemente ocurrirá es que se trasladará al campo el epicentro de las acciones. Los dirigentes políticos que fungen de líderes campesinos ya amenazan con ocupar tierras que consideran que son malhabidas.
Diosnel Benítez, hermano de Elvio Benítez, amenazó con recuperar todas las tierras malhabidas y para el efecto harían ocupaciones masivas. “Somos contundentes, vamos a volver a nuestro pueblo para organizarnos y pelear con el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
De esta forma queda demostrado que lo único que persiguen es crear el caos, ya que inicialmente se embanderaron con la condonación de las deudas para los pequeños productores y como les “salió el tiro por la culata”, ahora buscan otra excusa que es la recuperación de las tierras malhabidas.
