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ASUNCIÓN.- Las encuestas grafican lo que Efraín Alegre reconoce: “Lamentablemente tenemos permanentemente fugas”, convencidos de la ausencia de propuestas de gobierno de la Alianza opositora. Evade asumir que su débil discurso no convence y prefiere culpar de este éxodo a un supuesto pacto Llano-Cartes, en referencia a Blas Llano y Horacio Cartes. Nunca detalló en que consiste el acuerdo y tampoco que estrategia intentará para recuperar los votos que se fugan.
Debieron pasar al menos cuatro encuestas, cuyos resultados demuestran una muy amplia ventaja de la Lista 1 por sobre la Alianza “Ganar” para que el citado candidato asuma los aprietos en los que está inmerso.
“Lamentablemente tenemos permanentemente fugas”, dijo. Agregó que “todos saben las condiciones que puse al partido, le dimos una nueva vocación de búsqueda del poder, un proyecto amplio. Hay figuras que no acompañan y tienen otros proyectos, no lo voy a negar”.
Entre las principales fugas está el senador Carlos Amarilla, quien tiene profundas diferencias con Alegre al punto de candidatarse por un movimiento independiente y comprometer su apoyo al presidenciable colorado Mario Abdo Benítez “porque tiene propuestas serias para el país”. A propósito, hasta el momento no se conoce el programa de gobierno de la dupla opositora Alegre-Rubín.
CULPABLES
Al buscar culpables del éxodo de dirigentes y votantes del PLRA y de la Alianza, Alegre ratifica la ausencia de liderazgo. Acusó a su oponente interno Blas Llano y al presidente, Horacio Cartes, líder de Honor Colorado “que desarrollan una agenda en común, llanista y cartista”. Evitó de esta manera la autocrítica y a los cuestionamientos de sus seguidores ante “la creciente debilidad de liderazgo para detener la fuga”.
Prefirió seguir buscando responsables fuera de su entorno y reiteró que “evidentemente existe un pacto en la ANR, justamente con la unificación de las bancadas de la ANR en el Parlamento. Hay un pacto entre Mario Abdo y Horacio Cartes. No importa el abrazo republicano, sino que lo que se acuerda y esto arrastra también al llanismo”.
Como mecanismo de defensa, Alegre atacó las encuestas que dan un margen importante a los colorados a 30 días de las elecciones. Asume que la realidad es otra “los números son adversos para la ANR, porque la opinión pública no cree en la unión. Están buscando hechos efectistas, para tratar de darles una mejor imagen”.
