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La posibilidad de que Elvio Benítez, supuesto dirigente campesino, se postule como candidato a senador por el Frente Guasu, con el apoyo del efrainismo liberal, es algo que no resiste un análisis serio. Según Gonzalo Quintana, analista político, exsenador y ex dirigente liberal, una alianza de este tipo, con la izquierda más radical, es una práctica perversa.
ASUNCIÓN.- Quintana definió a los integrantes de Frente Guasu como representantes de la izquierda más reaccionaria y enemigos del sistema, por lo que le parece impensable que se pueda estar negociando con ellos.
Explicó que estas “son prácticas políticas perversas. La costumbre no le limpia la cara a ese tipo de cosas. Esto lleva al fortalecimiento de grupos violentos y antidemocráticos, simple es”.
“Acá hace falta que los partidos recuperen su rol político. La política está vacía de contenido político, está dominada por el criterio electoral; hay gente que podría eventualmente entrar a mejorar esa calidad política pero está disuadida. Lo que falla en general es la reacción de la sociedad para corregir los vicios políticos. No va a haber cambios si la sociedad no está incómoda con los que la presentan”, dijo.
A su criterio, la candidatura de Benítez “jamás tendría posibilidades en una sociedad convencida de la democracia, del Estado de derecho y de la legalidad. En una sociedad así no le podés votar a un tipo que lo único que hace es violar la ley para conseguir sus propósitos políticos y económicos. En su presentación le ves a sectores políticos como la antítesis de la ideología como lo es el liberalismo. Pastor Vera llevó el apoyo de Efraín, eso refleja con claridad cuáles son nuestros males principales”.
Benítez es un personaje que siempre está detrás de todas las movilizaciones campesinas, utilizando las necesidades de los compatriotas en beneficio propio. Desde hace un tiempo se dice que su objetivo es llegar al Senado, para lo cual no tiene inconveniente en manipular a la gente del campo para obtener rédito político.
Según Quintana, esto forma parte del llamado Socialismo del siglo XXI que ya fracasó en los demás países, pero aquí sigue vigente, más que nada por la conducta de quienes representan a los partidos tradicionales, puesto que sin el apoyo de ellos, los 5 votos que tiene el Frente Guasu en el Senado no tendrían la menor incidencia.
