WASHINGTON.- Palidez, fatiga, frío, palpitaciones o cefaleas son algunos de los síntomas de la anemia. Normalmente se debe a una deficiencia de hierro, ácido fólico o vitamina B12. La anemia también puede darse por una carencia de ácido fólico o vitamina B12, que produce glóbulos rojos grandes y frágiles. La de B12 se debe con frecuencia a una malabsorción por déficit de factor intrínseco (una proteína gástrica), mientras que la de ácido fólico es más habitual cuando las demandas aumentan.
Los alimentos antianémicos más efectivos son:
Alfalfa germinada: Los brotes contienen cerca de 1 mg de hierro por cada 100 g, y 8,20 mg de vitamina C, que favorece la absorción del hierro no hemo de origen vegetal.
Avena: Unos 100 g aportan 4,7 mg de hierro, con lo que supera a la carne, que está en torno a los 3 mg. Una taza aporta el 60% de las necesidades diarias de este mineral.
Higos secos: La mayoría de sus nutrientes están muy concentrados: 100 g aportan 2,23 mg de hierro, frente a los 0,37 mg de los higos frescos. Cinco piezas cubren el 10% de las necesidades diarias.
Kiwi: Su alto contenido en vitamina C (98 mg/100 g) mejora significativamente la absorción de hierro.
Lentejas: Una fuente muy buena de hierro (9 mg/100 g), aunque al ser de tipo no hemo (vegetal), deben ingerirse con alimentos ricos en vitamina C. También aportan grandes cantidades de nutrientes que propician la formación de hematíes, como los folatos (215 mcg/50 g) y el cobre (0,425 mg/50 g).