WASHINGTON.- La cercana derrota del Estado Islámico (EI) en Siria ha forzado a sus miembros a dispersarse, lo que ha provocado que la amenaza de ataques terroristas a nivel global se vuelva mucho más compleja, afirmó el miércoles el Departamento de Estado estadounidense.
El EI, Al Qaida y yihadistas relacionados con esos grupos se han descentralizado, y han adoptado nuevas tecnologías como armas químicas simples y sistemas de drones pequeños, para constituir una amenaza lejos de sus zonas de operación tradicionales, según un informe sobre terrorismo en 2017.
“Se han hecho más dispersos y clandestinos, recurriendo a internet para inspirar a seguidores a distancia y, como resultado, se han hecho menos susceptibles a una acción militar convencional”, dice el texto.
“El retorno de los combatientes terroristas extranjeros del campo de batalla ha contribuido al crecimiento de redes terroristas expertas, sofisticadas y conectadas, que pueden planear y ejecutar ataques terroristas”.
El coordinador para contraterrorismo del Departamento de Estado, Nathan Sales, afirmó que los ataques disminuyeron un 23% y las muertes relacionadas con el terrorismo, un 27%, en 2017 en relación al año anterior.
La bajada se debió, casi por completo, a la caída del EI en Irak, donde la coalición y las fuerzas gubernamentales se han hecho con la mayoría de territorios que controlaban los yihadistas.