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Es tan apetecible el cargo de presidente del Partido Colorado para los añetetes, que hasta el trucho Rodolfo Friedmann ahora reconoció sus aspiraciones. Se suma a Juan Carlos Galaverna, Silvio Ovelar, Nicanor Duarte Frutos y Nelson Argaña, lo que nos deja entrever que la frágil unidad del oficialismo será puesta a prueba al acercarse las internas. Dicen que Abdo Benítez sigue siendo el gran elector del sector, y habrá que ver hacia dónde se inclina.
ASUNCIÓN.- De ser un personaje oscuro, sin incidencia alguna, conocido como conflictivo después del desastre que armó en la Gobernación del Guairá, el trucho Rodolfo Friedmann se convirtió en la estrella del abdismo, porque es el peón que el movimiento está usando para evitar que Horacio Cartes pueda jurar como senador de la Nación y seguirá teniendo protagonismo mientras sirva para los objetivos del sector.
Pero parece que él se tragó el cuento de que es importante, así que ahora quiere ser presidente del partido, algo totalmente impensable hace un año. Así que, muy seguro de sí mismo, llegó hasta el Palacio de Gobierno a reunirse con Abdo Benítez, y luego dijo que le contó al presidente que quiere ser candidato a la ANR, “y en su momento el presidente lo decidirá; todas las candidaturas son válidas”.
Esto hace sospechar que la unidad del oficialismo, bastante frágil porque está basada en varios cacicazgos y no en el liderazgo de Abdo Benítez, está a punto de enfrentar su prueba de fuego más dura, ya que son demasiados los que quieren la Presidencia de la ANR. Para colmo, los demás no son soldaditos de plomo como Friedmann, sino caciques de sus respectivos sectores, como Galaverna, Ovelar y hasta el mismo Duarte Frutos, quien, aunque niega tener aspiraciones, nadie duda de que no tendrá ningún problema en competir si se lo dice el presidente o llega a postularse Horacio Cartes por Honor Colorado.
Este es el problema que enfrentará Abdo Benítez una vez que se empiece a analizar quién será el candidato de Colorado Añetete para la Junta de Gobierno, habida cuenta de que el movimiento quiere tener el poder partidario que hasta ahora está en manos de Honor Colorado, para lo cual ya hace una abierta campaña con recursos de Yacyretá, bajo la batuta de Duarte Frutos, pero con el aval del presidente de la República, según el asesor político del Ejecutivo, Daniel Centurión, quien había dicho que todo lo que realiza Nicanor es por indicaciones del jefe de Estado, lo que asombra ya que pocas veces antes se vio un proselitismo tan caradura con bienes del Estado como en este caso.
El protagonismo de Friedmann en los últimos meses del año pasado se basa en una mentira, ya que juró como senador sin haber sido electo ni proclamado, solamente por la decisión de los añetete, con acuerdo de la oposición, de impedir que asuma Cartes, el verdadero dueño de la banca que usurpa el guaireño. Y justamente haciendo de la persecución al expresidente su bandera, conformó una comisión bicameral para involucrarlo en delitos de lavado de dinero y narcotráfico, pero hasta ahora no lo ha conseguido.
