ADN Digital
Artículos relacionados
En Argentina, el problema fundamental es la recesión y su elevado costo social, pero la prensa, vinculada estrechamente al gobierno de Mauricio Macri, pone el acento en nuevas denuncias de coima que involucran a Cristina Fernández de Kirchner y otros ex uncionarios de su administración. La expresidenta también fue llamada a declarar el próximo 13 de agosto. Los 12 detenidos, están acusado de integrar una supuesta asociación ilícita.
BUENOS AIRES.- En el entorno de Kirchner, estiman que la acción judicial fue impulsada por el gobierno del centroderechista Mauricio Macri, para generar “un clima mediático que distraiga de las noticias que generan verdadera preocupación, como un modelo económico agotado, con tarifas impagables, caída del consumo y el desempleo en alza”.
La senadora y exmandataria argentina Cristina Fernández, optó por el silencio tras ser citada a declarar por la Justicia sobre una supuesta trama de corrupción durante su gestión, pero en su entorno apuntaron contra la actual administración por “generar un clima mediático que distraiga” de la crisis.
Fernández de Kirchner, quien gobernó Argentina entre 2007 y 2015 tras el mandato de su ya fallecido esposo Néstor Kirchner (2003-2007), esquivó los micrófonos en la ciudad de Buenos Aires. Pocas horas antes había estallado el caso denominado como “los cuadernos de la corrupción” que derivó en la detención de una docena de exfuncionarios kirchneristas y empresarios.
La Justicia ordenó las detenciones y citó a la exjefe de Estado a declarar en el marco de la investigación sobre una supuesta asociación ilícita que entre 2005 y 2015, tráfico bolsos de dinero de presuntos sobornos de empresarios a funcionarios de los entonces gobiernos para obtener contratos de obras públicas.
La información surgió de los detalles sobre los viajes y los traslados de dinero escritos en ocho cuadernos por el exchofer del “número dos” del antiguo Ministerio de Planificación Federal Roberto Baratta, que llegaron a la Justicia tras una investigación del periódico “La Nación”.
En los cuadernos se precisan nombres, direcciones, fechas y cantidades retiradas de empresas y llevadas entre 2005 y 2015, con algunos intervalos, en algunos casos a la residencia presidencial oficial, el departamento de la familia Kirchner o la oficina de la Jefatura de Gabinete, informó el diario.
CFK y su entorno, apuntaron que Macri también busca tapar “el escándalo con los aportantes ‘truchos’ (falsos a la campaña electoral) de (la coalición oficialista) Cambiemos que no se puede ocultar”.
La expresidenta, de 65 años, enfrenta varias causas judiciales por supuestos actos de corrupción e irregularidades durante sus dos mandatos, algunas de las cuales ya fueron elevadas a juicio oral.
“ESTO ES UN SHOW”, DIJO UNO DE LOS DETENIDOS
Gerardo Ferreyra, uno de los empresarios detenidos en Argentina por su presunta participación en una red de sobornos a funcionarios de los gobiernos kirchneristas (2003-2015), aseguró ayer en Buenos Aires que está sometido a “un show mediático” y que no sabe por qué está arrestado.
“No sabemos por qué estamos detenidos. Averiguación de delito. Ningún sobreprecio. Ni coimas”, remarcó a la prensa el directivo de Electroingeniería, uno de los acusados de los pagos, al ser trasladado a los juzgados desde la sede policial donde permaneció desde que fue detenido, el miércoles.
Con un policía a cada lado y esposado, Ferreyra aseguró que durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Cristina Fernández (2007-2015), no participó de ningún “sobreprecio” en la adjudicación de obra pública.
“Todo lo mío fue fiscalizado por la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos, el Fisco argentino)”, añadió, para recalcar el “show mediático” en el que a su juicio está sometido.
Ferreyra es una de las personas que aparecen en las libretas de Oscar Centeno, el chófer -también detenido- que según la investigación dejó apuntados con detalle durante más de una década los recorridos que hacía con su jefe, Roberto Baratta, y otros exfuncionarios para recaudar bolsos con millones de dólares, presuntamente destinados a funcionarios con el fin de favorecer la concesión de contratos de obras.
Más de una docena de personas, entre empresarios y miembros de los Ejecutivos kirchneristas, fueron hasta el momento detenidas en el marco de la causa.
