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Arnaldo Giuzzio “okuaru karê”

Aunque parezca todo un descubrimiento, el senador por el Partido Democrático Popular (PDP), Arnaldo Giuzzio, resultó ser un bromista, aunque de mal gusto.  En la víspera anunció a los cuatro vientos que próximamente presentará a sus pares un “pedido de informe sobre los medios del Grupo Cartes”, especialmente respecto a quiénes son sus propietarios. La solicitud, según publica ayer el diario Última Hora, será dirigida a la Contraloría General de la República y los medios que motivan el requerimiento son los diarios La Nación y Crónica, Radio Montecarlo, Radio 970 AM, Hei (TV y radio), Hoy.com, Diario Popular, Radio Uno y…el diario ADN, entre otros.

¿En qué se habrá basado el senador para incluir a nuestro diario como parte de dicho conglomerado mediático? ¿Tal vez en los lazos de amistad entre directivos de ADN y referentes del Grupo Cartes, como por ejemplo el licenciado José Ortíz? Pero, ¿Acaso esto hace del mismo, o de cualquier otro buen amigo, propietario de esta empresa?

Lo notable del caso es que la irresponsable inclusión de nuestra firma como parte de dicho grupo empresarial, dejando constancia de que si fuera cierto no tendríamos el menor inconveniente en reconocerlo, proviene de un abogado que se desempeñó por años como agente del Ministerio Público, quien por tanto debiera saber que de una relación amistosa o familiar nadie puede concluir que una de las partes en cuestión es dueña de tal o cual emprendimiento de su amigo o pariente.

Si dicho criterio aplicara Guzzio para sí mismo, tendría que admitir que Rafael Filizzola o Efraín Alegre son los propietarios de cualquier empresa que él desee ejecutar, por el simple hecho de ser amigos. O peor aún, qué él fue socio y en consecuencia corresponsable del gigantesco daño patrimonial que “Rafa” le causó al Estado  cuando era ministro del interior, en el sonado caso de los “filicópteros”, por más de 10 millones de dólares; y también de la  fenomenal “tragada” de Efraín en las “rutas de la mentira”.

Si la “lógica” del senador no ha sido la de “unir con flechas” a dos o más amigos, ¿Cuál es entonces? Lo único que nos resta presumir es que la supuesta pertenencia de ADN al Grupo Cartes derivaría, en su singular forma de percibir los hechos, de las afinidades de nuestro medio con políticas públicas del gobierno, que consideramos vitales para el desarrollo nacional y para el bienestar de nuestro pueblo.

Pero, ¿En qué cabeza cabe que eso significa, automáticamente, que el presidente u Ortíz son por ese motivo los dueños del diario? Sabemos que eso es lo que agita constantemente su jefa, Desirée Masi, sin embargo, ni ella ni el legislador puede pasar por alto otros datos de la realidad. Por ejemplo, que los medios de Antonio J. Vierci apuestan abiertamente a los que, según el empresario, tienen más chances de vencer al “cartismo”, como “Marito”, Efraín y el propio Fernando Lugo, sin que eso haga de ellos los accionistas mayoritarios de Ultima Hora o Telefuturo. ¿Y ABC no apostó sus fichas en el pasado a la candidatura de Guillermo Caballero Vargas, sin que eso significase que el industrial fuera dueño de dicho diario o, aunque más no sea, socio de Aldo Zuccolillo?

Es muy probable que en el estrecho razonamiento de Giuzzio haya algo de ambas cosas, amistades y afinidades políticas, para incluir a ADN como parte del Grupo Cartes, pero ningún indicio cierto, ninguna prueba, ninguna acción, que corrobore su febril conclusión.

A juzgar por su disparatado proceder, solo nos resta exclamar con alegría: ¡Por suerte, para la Justicia, ya no es agente del Ministerio Público!

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