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Los negociadores del Mercosur y de la Unión Europea se dieron un poco más de tiempo para afinar acuerdos y estiman que para el 26 de este mes llegarían concreciones. Los cancilleres del Mercosur –Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- negocian con los comisarios de la Unión Europea accesos comerciales y las trabas están en los cupos de carne bovina y etanol. Rodolfo Nin Novoa, ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, manifestó sus expectativas positivas “para concretar la firma de un acuerdo comercial el próximo 26 de febrero en Asunción”.
ASUNCIÓN.- Paraguay es sede de la Presidencia Pro Tempore del Mercosur y en la fecha mencionada se realizará una reunión preparatoria para la próxima Cumbre de Presidentes del bloque.
Los rubros que siguen en debate, además de la carne y el etanol, son arroz y lácteos, “por lo que es muy importante lo que ofrezca la UE en esas áreas”, apuntó Nin Novoa.
“Tengo expectativas porque son tres pilares: el político, el de cooperación y el económico. Los dos primeros ya están casi cerrados y faltan los ajustes necesarios para cerrar el tercero”, apuntó el funcionario del gobierno charrúa.
Los representantes de los cuatro países socios del Mercosur asistieron a una video conferencia el fin de semana después de la última reunión marcada con los europeos y se plantearon extensos debates sobre las cuotas de los productos agrícolas que se incluirán en un eventual acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE, que se negocia desde hace más de 20 años, pero que en los últimos meses ha tomado un nuevo impulso.
Arroz y lácteos son rubros que interesan a Paraguay y Uruguay y hasta el momento la oferta europea es bastante baja. “En el caso del arroz, se está esperando una mejor oferta por parte de la UE, que hasta el momento ha sido pactada en 45.000 toneladas”, explicó Novoa.
En cuanto a lácteos dijo el canciller uruguayo que “la UE tiene mucho interés, pero que el sector representa una línea roja para su país, debido a la caída de los precios internacionales, desde los 5.000 a los 3.000 dólares la tonelada”.
Europa desarrolla un elevado nivel de subsidios que descoloca al Mercosur que no tiene políticas de subsidios. Este es un gran escollo en las negociaciones pues “los productores europeos lo pueden absorber a través de las ayudas domesticas que tienen, pero en el Mercosur no subsidiamos. Eso nos pone en una situación altamente riesgosa para la producción nacional y, por lo tanto, no vamos a aceptar discutir sobre estas cosas”, advirtió Novoa respecto a la oferta de la UE para los lácteos.
Las conversaciones siguen en Bruselas y tanto sudamericanos como europeos pretenden que esto no lleve más tiempo y apuntan a que en breve se vayan resolviéndose las dificultades.
