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Según el último informe de la ONU, existe un leve repunte de los homicidios en los últimos años.
El Estudio Global sobre Homicidios de 2019 publicado este lunes por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), afirma que la desigualdad, el crimen organizado y la violencia machista forman parte de los factores que contribuyen a aumentar la tasa mundial de homicidios.
Este exhaustivo reporte surge de la comparación de los datos de 2017 con los de 1992 y refleja que aunque el número bruto de homicidios ha aumentado en un 17 %, la tasa de homicidios –es decir, del número de víctimas por cada 100.000 habitantes– es menor, debido al aumento simultáneo de la población mundial. En concreto, de los 7,2 homicidios por cada 100.000 habitantes de 1992, se ha pasado a 6,1, en 2017.
Sin embargo, desde 2015 se ha registrado una discreta subida, la primera tras más de dos décadas de bajada continua.
El informe señala, por ejemplo, que el crimen organizado es responsable de casi una quinta parte de los homicidios que se producen, o que esta cifra guarda una correlación directa con la facilidad de acceso a las armas de fuego.
Lo mismo ocurre con la desigualdad: el estudio reconoce directamente que “los países con una marcada desigualdad de ingresos tienen más probabilidades de tener una mayor tasa de homicidios que aquellos con brechas más pequeñas”. Las mujeres mueren más a manos de sus parejas o exparejas. La violencia machista también resulta tan relevante como factor de incremento del homicidio.
Por su parte, las mujeres las mujeres son una clara minoría en el conjunto de las víctimas de homicidio: el 80 % de los fallecidos por esta causa son hombres. Sin embargo, cuando se trata de homicidios cometidos dentro de la pareja, son ellas las que figuran como el 82 % de las víctimas.
Casi el 60 % por ciento de las 87.000 mujeres muertas por homicidio en 2017 fueron víctimas de la violencia machista a manos de sus parejas, exparejas o familiares masculinos, lo que establece una realidad notable: según las estadísticas, el hogar es el lugar más peligroso para ellas. 
Según la UNODC, el aumento de violencia en América Latina es muy alarmante ya que, de hecho, es la única región del planeta donde la tasa aumenta. En el continente americano, en general, presenta una proporción media de 17,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, aunque en segmentos geográficos muy diferenciados, entre los que destacan negativamente Centroamérica, con una altísima tasa de homicidios situada en el 25,9; América del Sur, con 24,2, y el Caribe, con 15,1.
El informe prosigue afirmando que 464.000 personas fueron víctimas de homicidios en 2017, frente a las 362.000 registradas en 1990.
Por continentes, esa tasa es más alta en América, aunque las cifras internas varían mucho por regiones y países: por ejemplo, hay 62,1 homicidios anuales por cada 100.000 habitantes en El Salvador, mientras Chile solo registra 3,1.
El 19 % de los homicidios certificados en 2017 ocurrieron a causa del crimen organizado. Desde el año 2000, las mafias han provocado tantas muertes en todo el mundo como los conflictos armados.
ARMAS Y BEBIDAS ALCOHÓLICAS
Más de la mitad de los homicidios registrados en 2017 fueron perpetrados con armas de fuego. En el continente americano, donde este tipo de armamento es más accesible, esa proporción llega al 75 %.
El 37 % de los homicidios cometidos en 2017 tuvieron lugar bajo los efectos de sustancias psicoactivas. En el 90 % de esos casos, la substancia era el alcohol.
El 63 % de los casos de homicidio de todo el mundo son resueltos por la Policía. Sin embargo, en América, ese porcentaje desciende hasta el 43 %.
