WELLINGTON, Nueva Zelanda.- Ibrahim Abdul Halim, el imán que conducía el viernes las oraciones en una mezquita de Nueva Zelanda, cuando un hombre armado abrió fuego contra los fieles aseguró ayer que la relación de los musulmanes con el país no será afectada. “Aún amamos este país”, dijo.
El imán de la mezquita de Linwood, añadió que los extremistas “nunca, jamás, van a afectar nuestra confianza”.
Halim recordó que las oraciones del viernes en la tarde transcurrían normalmente cuando se escucharon los primeros disparos efectuados por un hombre fuertemente armado. “Todos se arrojaron al piso, algunas mujeres comenzaron a llorar, pero hubo personas que murieron inmediatamente”, recordó.
Sin embargo, agregó, los musulmanes neozelandeses aún se sienten seguros en esa nación del Pacífico. “Mis hijos viven aquí. Somos felices”, apuntó.
En su opinión, la mayoría de los ciudadanos “estuvieron dispuestos de inmediato a ofrecer su apoyo a todos nosotros, a darnos plena solidaridad”.