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El joven ya había sido catalogado como una “amenaza”, y se le había prohibido ingresar con mochila a la escuela de la que fue expulsado por motivos disciplinarios. Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar que Nikolas Cruz, entrara el miércoles al colegio secundario Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, y desatara la peor matanza en una escuela de EE.UU., justo en el día de San Valentín. Ahora, el autor de la masacre podría ser condenado a muerte por asesinar a 17 personas y herir a otras 20.
FLORIDA, Estados Unidos.- Nikolas Cruz fue acusado este jueves de 17 cargos de asesinato premeditado y, según la ley del estado de Florida, podría enfrentar la pena de muerte si es declarado culpable.
Durante la madrugada de ayer, el joven ingresó a la cárcel del condado de Broward, luego de ser interrogado por autoridades estatales y federales. Aún estaba vestido con la bata que le dieron en el hospital donde fue atendido por problemas respiratorios tras su detención. Según informaciones, en las próximas horas comparecerá ante un juez por primera vez.
Las primeras informaciones revelan que Cruz empezó a disparar, muy probablemente con un fusil AR-15, antes de ingresar a la escuela donde mató a 17 personas, entre profesores y estudiantes, y dejó 20 heridos, que se debaten entre la vida y la muerte en los hospitales.
La escuela, en la que estudian más de 3.000 jóvenes, está ubicada en un sector de amplia presencia de familias latinoamericanas.
Versiones periodísticas indicaban que el atacante accionó la alarma de emergencias con el fin de provocar la salida en masa de los estudiantes para así poder causar el mayor daño.
El ataque se produjo justo en el día de San Valentín, que tradicionalmente es celebrado en los centros escolares de EE.UU. como un día de la amistad entre compañeros y profesorado.
“Es una situación horrible”, dijo el superintendente de escuelas del condado de Broward, Robert Runcie, mientras que el alguacil del Condado, Scott Israel, anotó que el hombre armado se entregó a la policía sin ofrecer resistencia.
“Es catastrófico”, sostuvo. “No hay palabras”, añadió. Doce de las víctimas murieron dentro de la escuela y otras dos, justo afuera del edificio, una murió en la calle y otras dos fallecieron debido a sus heridas en un hospital, informó Israel.
A pesar de las advertencias sobre las actitudes de Cruz, Robert Runcie dijo desconocer que hubiese reportes sobre comportamiento alarmante del joven, que por su edad podía comprar armas de fuego de manera legal en Florida.
