Inicio / La visión de ADN / BECAL, un milagro

BECAL, un milagro

El primer presidente constitucional del Paraguay, don Carlos Antonio López, sostenía que la educación era la base fundamental del Estado y por ello hizo todo lo posible para que el pueblo paraguayo tuviera el mejor nivel educativo de la región.

Pero un siglo después, la dictadura descubrió que la mejor manera de tener sometido al pueblo era condenarlo a vivir sin educación o con una mediocridad tan terrible que consiguió que lo único que saliera de las instituciones educativas fueran analfabetos funcionales.

Y la cosa no fue diferente en estos 28 años de proceso democrático, en donde los sucesivos gobiernos se mostraron bastante conformes con el statu quo que había hecho de la educación con excelencia en nuestro país un artículo de lujo al que solamente podían acceder quienes pertenecían a la clase privilegiada.  El resto parecía condenado a vivir eternamente en la mediocridad.

Es por eso que resulta tan positivo y alentador lo hecho hasta ahora por el actual gobierno, que ha demostrado una preocupación casi olvidada por la educación de la gente. Y así surgió BECAL, el Programa Nacional de Becas, que empezó a funcionar hace 2 años y desde entonces ya ha beneficiado a aproximadamente 650 personas y ya son 273 las que se encuentran en una de las 10 mejores universidades del mundo realizando maestrías y doctorados, con las que se han establecido acuerdos.

El programa lleva el nombre de Carlos Antonio López porque pretende ser el reflejo de lo realizado durante la colonia. Los becados son docentes, que volverán al país, capacitados y solventes, para educar a niños y jóvenes paraguayos y prepararlos para competir en este mundo cada vez más globalizado.

Ninguno de los becarios debe ir a pasar penurias; al contrario, lleva una vida de primer nivel y si tiene familia, se le paga una suma extra para poder tenerla cerca. Parece un cuento de hadas pero es real y está ocurriendo aquí, en Paraguay, a través de un gobierno paraguayo.

Los beneficios de este programa son incontables. Por ejemplo, los fondos provienen de Itaipú, la hidroeléctrica que durante décadas enriqueció a los gobernantes de turno con los famosos maletines repletos de dinero. Eso también cambió. Itaipú ya no da plata a nadie, sino que la destina a la educación y capacitación de educadores y capacitadores.

Becal es un milagro para este país olvidado durante tanto tiempo por sus gobernantes. Hay toda una nueva generación cuyo nivel educativo será muy superior al que tuvieron sus padres y antecesores. Así es como se construye un país de verdad, competitivo y capacitado. Un país al que todo el mundo puede tomar en serio. Y Paraguay está en la senda correcta, por fin.

He ahí que resulta increíble que haya sectores que sigan intentando dejar al país en la mediocridad y en el oscurantismo y vean como enemigo a quien quiere terminar con esta desgracia. Pero así es la cosa; boicotean a un gobierno tan constructivo, por miserables razones electoralistas buscando encumbrar a un obscuro personaje salido nada menos que de la “tierna podredumbre” stronista que mamó directamente de las ubres del primer anillo de la dictadura. Aprendió de sus fuentes, el flagelo de esta sociedad, cual es la corrupción, asimismo, la impunidad para los poderosos y el clientelismo político más abyecto. ¡Qué de bueno podrá aportar al interminable proceso de democratización de la sociedad paraguaya! Absolutamente nada. Al contrario, un tremendo retroceso. Y se da todos los días el contrasentido de que el “paladín de la libertad”, ABC color, le sirve de corifeo alentando a la tragedia política que se cierne nuevamente sobre el país.

Y lo terrible de todo es que en este afán están dispuestos a patear tranquilamente el tablero y enviar todo lo bueno que está haciendo el gobierno, a la basura.

Hasta el programa de becas. ¡Imagínese!

Commentarios

comentarios

Mira también

Nunca es tarde

Fue en una conversación casual entre amigos, en estos días calurosos de finde. Por supuesto …