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Legisladores de Honor Colorado resaltan el manifiesto parcialismo de la Comisión Bicameral que estudia el caso Messer y la presencia en ella de un senador que no es senador, pero que sin embargo lleva “la voz cantante” del organismo, la torna ilegítima e inhábil para tomar cualquier tipo de determinación, incluyendo la comparecencia ante ella de cualquier ciudadano, sea un expresidente o el cuidacoche de la esquina del Congreso. Es como un juez, que no es juez, pero pretende juzgar a su víctima, cuya condena ya lleva bajo el brazo. ¿Acaso alguien se sometería a su jurisdicción?
ASUNCIÓN.- Es asombroso que legisladores y algunos medios de prensa “amiga” insistan en la legitimidad de la bicameral que fue creada con el argumento de investigar los negocios del empresario brasileño Darío Messer, amigo del expresidente Horacio Cartes, puesto que la misma está, no solo integrada sino presidida, por alguien que no tiene ningún derecho a formar parte del Senado porque no cumple con los requisitos exigidos por la Constitución y el Código Electoral, haber sido electo en elecciones generales y proclamado por la Justicia Electoral, sostienen congresistas de Honor Colorado.
Para que aclaremos las cosas; hubo mucho debate sobre si un expresidente de la República pueda postularse a un cargo electivo, o debería conformarse con la senaduría vitalicia. Ambos sectores tuvieron juristas, constitucionalistas, y cualquier tipo de experto, a favor y en contra de la senaduría activa, así que pronto quedó evidente que se iba a hacer lo que quería la mayoría. Como la cuestión era el juramento de Horacio Cartes –quien estuvo habilitado por la Corte, elegido por la gente y proclamado por el TSJE, enseguida quedó claro que iba a hacerse lo que decidiera la mayoría, sin importar que tenga o no argumentos jurídicos valederos.
Pues bien, la mayoría se opuso a que Cartes y Nicanor Duarte Frutos asumieran en sus bancas, a pesar de que el primero de ellos fuera el senador más votado en las elecciones de abril pasado. Y no juraron. Hasta ahí la cosa está más o menos explicada, aunque no sea legal ni legítimo. Sin embargo, luego de esto ocurrió lo increíble; en lugar de convocar a los suplentes de ambos, lo que hizo el entonces presidente del Senado, Fernando Lugo, fue convocar a quienes ocupaban los lugares 18 y 19 de la lista de candidatos, cuando que la ciudadanía eligió y el TSJE proclamó solamente a 17 senadores colorados.
Así es como Rodolfo Friedmann y Mirta Gusinky ocupan, desde el 30 de junio pasado, bancas que no les pertenecen porque no son senadores. Para colmo, el gua’i es un caradura que no se conforma con usurpar el lugar de Cartes, sino que consiguió hasta formar una comisión bicameral para perseguirlo. Este es el motivo por el cual esta comisión no tiene ninguna legitimidad para investigar nada, porque está presidida por alguien que ni siquiera es senador.
