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Aunque las comisiones bicamerales de investigación son creadas por la Constitución Nacional, tienen que crearse en los casos en los que el Ministerio Público y la Justicia no investigan, por presión política o por otras causas. Uno de los más fervientes opositores a la actual CBI es el senador cartista Sergio Godoy, a quien no permitieron que la integre por su cercana relación con el expresidente Horacio Cartes.
ASUNCIÓN.- Varias veces hemos insistido con que la bicameral del “caso Messer” fue irregular desde su inicio, y no solamente porque fue propuesta y resultó presidida por un senador que no es senador, Rodolfo Friedmann, sino porque sus miembros nunca disimularon que el objetivo era perseguir a Cartes. Prueba de ello es que no se aceptó que la integrara Godoy, por su cercanía con él, adelantando ya que la supuesta “investigación” estaría centrada en el expresidente.
Con esto, supuestamente, se pretendía garantizar la objetividad de la comisión, como si ello fuera posible siendo presidida por Friedmann, quien había dicho que estaría dispuesto a “quemar en la plaza pública” a Cartes, a quien amenazó con denunciar ante la Fiscalía y, si no lo hizo, fue porque no consiguió ninguna prueba de sus acusaciones.
Según Godoy, esta bicameral es ilegal desde el comienzo, puesto que, al estar el tema de Darío Messer en proceso de investigación en la Fiscalía, no tiene ninguna razón de ser que el Congreso meta sus narices, con lo que podría haber una superposición de investigaciones y una clara injerencia política en la Justicia.
El senador cartista es uno de los principales críticos de la bicameral y había indicado que quiso integrarla justamente para garantizar que exista un equilibrio en las investigaciones. De hecho, de los 6 integrantes de la misma (3 senadores y 3 diputados), 4 de ellos son declarados anticartistas, Friedmann y Jorge Querey, por el Senado; y Celeste Amarilla y Éver Noguera, por Diputados. El senador liberal Fernando Silva Facetti se muestra independiente y criterioso, y el sexto integrante, el diputado Basilio Núñez, cartista, impuso su presencia y los demás no pudieron rechazarle.
Aunque resulta claro que el dictamen ya está redactado hace bastante tiempo y dice que Cartes estuvo implicado en los negocios de Messer, si aún no lo presentan no es precisamente por guardar las formas, ya que demostraron bastante torpeza en su actuar, sino porque hasta ahora no encontraron un solo documento o declaración que avale esa resolución. Por eso es que piensan dedicarse, durante el receso parlamentario, a escuchar todas las comparecencias y analizar con lupa todos los documentos que llegaron hasta la comisión, desesperados por encontrar algo que justifique su decisión.
La idea que tienen es, con dictamen en mano, presionar a la Fiscalía para que incluya a Cartes en las investigaciones, a fin de conseguir el milagro de una imputación para el expresidente.
