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Con dos estilos totalmente diferentes, los candidatos a la Presidencia de Brasil Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, lideran las encuestas con las intenciones de voto. El primero, es de la ultraderecha y es considerado el Donald Trump brasileño por sus declaraciones misóginas y es un nostálgico de la dictadura; el segundo, es el sustituto de Lula y asegura que se enfocará en la clase baja. Ambos se enfrentarían en el ballotage del 28 de octubre. Más de 147 millones de electores deberán pasar hoy por las urnas.
RÍO DE JANEIRO.- Jair Bolsonaro (del Partido Social Liberal) es el favorito desde hace meses para llegar a la presidencia de Brasil; un militar de la reserva famoso por sus continuas declaraciones homófobas, racistas y violentas que se vio apartado de la campaña electoral por una puñalada en el abdomen.
El “Trump de los trópicos”, como se lo apodó, es diputado federal desde hace 27 años, pero siempre tuvo un papel secundario en la política brasileña.
Sus adversarios recuerdan que en todos sus años en el Congreso apenas consiguió aprobar un proyecto de ley de su autoría, que prorrogaba beneficios fiscales al sector informático.
En cambio, sus declaraciones polémicas se acumulan: en diversas entrevistas declaró que prefería tener un hijo muerto que un hijo gay o que sus hijos nunca tendrían una novia negra porque fueron bien educados; en una ocasión incluso increpó a una parlamentaria de izquierda diciéndole que ni siquiera “merecía” ser violada.
Cuando votó a favor del juicio político a la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) dedicó su voto al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, quien durante la dictadura militar dirigía el centro de torturas donde Rousseff, entonces una joven guerrillera, fue sometida a vejaciones.
El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, es el reemplazante de Lula da Silva, apeló a la nostalgia de los brasileños de clase trabajadora cuyo nivel de vida mejoró considerablemente hace una década gracias a los generosos programas sociales de Lula, en medio de un auge mundial de productos básicos.
El mensaje ha conectado con los votantes más pobres en bastiones del PT, como el noreste de Brasil.
BOLSONARO AUMENTÓ SU VENTAJA SOBRE HADDAD
En las últimas horas antes de las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil, el candidato de la ultraderecha consolidó su ventaja.
Jair Bolsonaro, trepó a 36,7% de las intenciones de voto, tal como señala la tradicional encuesta de la Confederación Nacional del Transporte (CNT), publicada este sábado al mediodía. El segundo en el ranking, Fernando Haddad, del frente “Brasil feliz de nuevo”, está en 24%.
Cuando se computan los votos válidos, es decir aquellos que excluyen blancos y nulos, el excapitán del Ejército alcanza a 42,6%, en tanto el petista Haddad logra 27,8%.
La encuesta fue realizada entre el jueves y viernes últimos; y marca un alza de 8,5 puntos porcentuales para el diputado ultra conservador con resultados anteriores de la encuestadora MDA, que hizo la investigación para CNT. Haddad en cambio subió 2 puntos.
El resto de los candidatos con algún peso en el electorado registró los siguientes niveles de favoritismo: Ciro Gomes, llega a 9,9% de los votantes. Y Marina Silva desciende a 2,2%. En cambio Geraldo Alckmin, de la socialdemocracia, se derrumba al tocar apenas 5,8%.
LOS CINCO CANDIDATOS CON MÁS APOYO DEL ELECTORADO
Las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil, se anuncian como las más inciertas de las últimas décadas, con un admirador del régimen militar en buena posición para disputar la segunda vuelta el 28 de octubre, y el sustituto de Lula como el segundo con mayor intención de votos. Pero son cinco los candidatos más populares entre el electorado.
- Jair Bolsonaro, candidato del Partido Social Liberal (PSL) y un nostálgico de la dictadura, suele llamárselo el Donald Trump de Brasil, aunque no sea un ‘outsider’ de la política pues es diputado desde 1991. Sus caballos de batalla son la defensa del porte de armas para combatir la criminalidad y la reivindicación de la dictadura militar (1964-85). Y sus blancos principales: la corrupción, las políticas de igualdad racial y la “ideología de género”. Sus proclamas misóginas y homofóbicas crean ampollas.
- Fernando Haddad, el delfín de Lula y presidenciable por el PT, consiguió en menos de dos semanas quedar en segundo lugar en los sondeos, recuperando gran parte del electorado del expresidente, que era el favorito.
- Ciro Gomes, la opción temperamental de la izquierda, el candidato del Partido Democrático Trabalhista (PDT) no logró ampliar su base ni salir del tercer lugar en las encuestas, en su tercera tentativa de llegar a la presidencia.
- Geraldo Alckmin, el postulante sin carisma, miembro fundador del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), junto al expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), se alió con partidos de centro y de derecha obteniendo el mayor tiempo de propaganda gratuita por televisión. Pero nunca logró despegar en las encuestas.
- Marina Silva, la sobreviviente y presidenciable por el Partido Rede, fue empleada doméstica y tiene una hoja política de servicio impecable. Superó una pobre y dura infancia en la Amazonía y trabajó por la causa ambiental antes de entrar en el mundo de la política brasileña, dominada por hombres.
UNOS 280.000 EFECTIVOS CUSTODIARÁN LOS COMICIOS
Unos 280.000 efectivos de las fuerzas de seguridad custodiarán hoy la primera vuelta de las elecciones más polarizadas de la historia reciente de Brasil, informó el Ministerio de Seguridad.
Integrado por miembros de distintos cuerpos, entre ellos la Policía Civil y la Militar, las fuerzas armadas y la guardia municipal, el operativo abarcará los más de 83.000 centros de votación distribuidos en los 5.570 municipios de los 27 estados del país.
Todas las acciones estarán coordinadas desde el Centro Integrado de Comando y Control (CICCN), que desde el jueves opera en Brasilia para custodiar estos comicios, en los que 147,3 millones de brasileños están llamados a votar.
El estado de Río de Janeiro, donde las fuerzas armadas tomaron en febrero el control del área de seguridad para tratar de contener una ola de violencia, el despliegue incluirá 35.000 agentes, apoyados por 4.500 militares.
Los crecientes niveles de violencia, que en 2017 dejaron más de 63.000 muertos en todo el país, son una de las principales preocupaciones de los electores.
En la puesta en marcha del CICIN, el ministro de Seguridad, Raul Jungmann, afirmó que pese a la fuerte polarización que reina en el país las agencias de inteligencia no detectaron indicios de posibles episodios de violencia entre grupos políticos.
