PISCO – Los hermanos Tim y Tom Coronel completaron la octava etapa del Rally Dakar 2019 conformes con su labor y ocupando una vez más una de las 25 mejores posiciones generales en la categoría reservada a los autos.
La carrera maratónica considerada una de las más difíciles del mundo se va aproximando a su fin. No obstante, eso no significa que la tarea le esté resultado sencilla a los participantes que han sobrevivido hasta ahora a la prueba todo terreno. Las trampas siguen a la orden del día. El dúo holandés cuenta con la experiencia suficiente como para ser consciente de eso y administrar su ritmo para llegar a la meta, tal como lo hicieron ayer pese a las dificultades del tramo.
En particular, los primeros kilómetros del especial fueron los que se evidenciaron como los más complicados. “Había niebla y eso tornó bastante peligroso el camino. Por partes, no se veía ni cerca. De a ratos, pasábamos por sectores riesgosos sin visibilidad, cosa que progresivamente fue mejorando, por suerte”, relató Tim. Desde su rol de navegante, Tom aportó: “Nuevamente, las dunas atravesadas fueron muy altas. Vimos a Erik Van Loon y a Bernard Ten Brinke atascados en la arena y allí cerca nos pasó lo mismo a nosotros en la cima de una de ellas. Yo quité bastante arena y Tim hizo marcha adelanta y marcha atrás hasta que sacamos el Jefferies. La ignición no funcionaba, así que desenterramos el vehículo con el motor encendido. Afortunadamente, el intento rindió sus frutos rápidamente”.