ADN Digital
Artículos relacionados
SAN LORENZO.- Para el mes de octubre están previstas la elecciones de decanos y vicedecanos de las diferentes unidades académicas y para ello, los representantes de centros de estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), exigen que se agilice el estudio del reformado Estatuto de la referida casa de estudios superiores, con el propósito de evitar que aquellos docentes que han sido involucrados o sospechados en casos de corrupción, vuelvan a ocupar cargos directivos en detrimento de toda la comunidad universitaria, según alegan los representantes estudiantiles.
Los universitarios se declararon en pie de guerra desde el 5 de agosto, luego que la comisión que se encargó de la reforma del Estatuto universitario haya entregado dicho documento al Consejo Superior Universitario (CSU), que a su vez, anunció que el reglamento interno sería analizado en un plazo de dos meses, situación que enfureció a los manifestantes.
A raíz de ello, se inició una serie de movilizaciones que sirvió de presión contra los integrantes del CSU, que finalmente resolvió remitir el borrador del Estatuto a la Asamblea Universitaria (AU) para el mes de setiembre, con el fin de que esta instancia otorgue la decisión final al respecto.
Los estudiantes desean que el nuevo estatuto sea aprobado antes de octubre, teniendo en cuenta que en este mes están previstas las elecciones en la UNA, por lo que esperan que estas pujas electorales se rijan por el renovado reglamento interno de tal manera a que la renovación de autoridades se lleve a cabo de forma totalmente trasparente.
Sin embargo, al decir de otros estudiantes que formaron parte de la comisión que reformó el Estatuto, existen irregularidades en varios puntos del documento, por lo que su análisis final se debe realizar en forma minuciosa y con tiempo.
Según Julián Chaparro, representante de funcionarios no docentes de la UNA, significó que el nuevo estatuto no fue debidamente socializado con los demás sectores, por lo que sería necesario que todos los estamentos de la UNA revisen el borrador e introduzcan las modificaciones que crean convenientes.
Sostuvo que el documento reformado tiene varias irregularidades y no es totalmente equitativa, como lo aseguran los integrantes de la comisión que reformó el documento. “Los egresados, por ejemplo, tendrían mejor participación que los estudiantes y docentes, siendo que conforman un gran porcentaje de la institución y los funcionarios ni figuran. Debe haber una paridad honesta”, cuestionó.
Por su parte, Fernando Krug, uno de los representantes estudiantiles que formó parte de dicha comisión, aclaró que “no buscamos que el estamento estudiantil tenga más fuerza que los demás, sino que todos tengan igual participación dentro del CSU y así lograr una convergencia entre todas las partes”, dijo.
