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La violenta reacción del senador liberal Salyn Buzarquis, al constatar que corre el riesgo cierto de ser el próximo en perder la investidura, no es apropiada en ningún legislador y menos en su caso, pues los archivos de la época demuestran que incurrió en un ilícito que él mismo reconoció para evitar el juicio. Amenazó con presentar documentos en contra del colorado Enrique Riera, quien fundamentó el pedido de sesión extra.
ASUNCIÓN.- Buzarquis es la mejor prueba de que el descontrol no es patrimonio exclusivo de Paraguayo Cubas, ya que el liberal también tiene la mala costumbre de perder los estribos y atacar violentamente a sus colegas, así sean correligionarios, como ocurrió hace unas semanas con Dionisio Amarilla, o de otro partido.
Es obvio que le pilló por sorpresa la presentación del proyecto que declara su pérdida de investidura, porque, como muchos otros, estaba convencido de que el alud solamente seguiría afectando a colorados, preferentemente si son cartistas. Y, de manera muy diferente que el ahora destituido Víctor Bogado, armó un escándalo, atacó al impulsor del proyecto, Riera, amenaza con presentar documentos en su contra y asegura que no es cierto que haya tenido condena y que todo no es más que una persecución política.
Pero en esta época, en que la información vuela y sea lo que sea, queda archivado, es muy difícil pretender alterar los hechos, así que fue muy fácil constatar que Riera no mintió cuando dijo que Buzarquis fue condenado, y eso lo confirma el diario ABC en su edición del 23 de noviembre de 2017, con el material titulado “Buzarquis, castigado con multa”.
El proceso fue por la presentación de un reposo médico de contenido falso (algo que negó en la sesión del lunes pasado), y el matutino dice que el juez penal de Garantías, Pablino Escobar, en audiencia preliminar, otorgó a Buzarquis “la suspensión condicional del procedimiento por un año”.
Añade que “el político liberal tuvo que admitir el hecho y luego se le dio la salida procesal para evitar ir a juicio oral. El actual precandidato a senador por el PLRA (ahora ya senador efrainista), debe donar mensualmente, durante un año, un millón de guaraníes a la Fundación San Rafael del padre Aldo Trento y presentarse una vez al mes al juzgado”.
A esto es a lo que Riera se refirió cuando dijo que no podían permitir que una persona condenada, que reconoció su delito y lo está pagando, esté sentada en el Senado, con el resto de sus integrantes. Pero para el liberal, todo no es más que persecución política, y respondió muy seguro de sí mismo que “no es una cuestión que me sorprenda, menos del equipo de HC, y quiero decirle a la opinión pública que no voy a dejarme chantajear por este grupo mafioso”, sin tener en cuenta que el pedido de pérdida de investidura está firmado por legisladores de varias bancadas.
