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ASUNCIÓN. Si la Justicia no responde a las necesidades de la población de manera eficaz, se convierte en un instrumento de la corrupción, dijo monseñor Francisco Pistilli, obispo de Encarnación, durante la misa central de hoy en Caacupé.
“La Justicia que no es eficaz en su servicio, no es Justicia de verdad y se vuelve instrumento de corrupción que denigra al ser humano. Perturba, diluye y rompe la convivencia, desacredita las instituciones y las personas responsables del bien social”, afirmó el prelado.
El lema del sexto día del novenario es “Dichosos los que tienen hambre y sed de la Justicia”, por lo que Pistilli dedicó su homilía al sistema judicial paraguayo, resaltando sus deficiencias, las que “dan lugar al desamparo de un sector de la población”, mencionando los privilegios desmedidos y la desigualdad jurídica que rige en el sistema.
Añadió que “la injustica aplica otros conceptos. Los privilegios desmedidos, la llamada justicia para unos y para otros, la impunidad con los que no cumplen con la comunidad o las leyes excesivas que agobian y oprimen al que no puede cumplir en condición de desigualdad estructural”.
