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ASUNCIÓN.- El senador disidente Juan Carlos Galaverna cree que el pueblo no tiene memoria, así que con total desparpajo habló de oficialistas, luguistas y llanistas, a los que acusó de pretender violar la Constitución, habiendo sido él el primer violador confeso de la Carta Magna. Ni siquiera cometió el sincericidio de Silvio Ovelar, que asumió su condición de violador del Código Electoral.
Al final, parece que Beto Ovelar es por lo menos más sincero (o más caradura) que Galaverna, ya que por lo menos tuvo el coraje de asumir que es un violador del Código Electoral. Sin embargo, ahora resulta que Calé es el máximo mosquetero defensor de la Constitución Nacional, la misma que en el 92 reconoció haber violado para evitar el triunfo de Luis María Argaña en las elecciones coloradas.
Muy serio y casi convincente, aseguró que el oficialismo colorado está preparando un golpe a la Constitución porque pretende tratar el proyecto de enmienda antes del 25 de agosto próximo, lo que “legalmente no se puede; pero en política dem mbareteáto, nada es imposible”.
Disidentes y opositores han renunciado a decir que la enmienda es inconstitucional para definir la reelección presidencial, pero ahora insisten en que lo que será inconstitucional será tratar el proyecto antes de agosto, puesto que la Carta Magna dice que si una cámara no logra mayoría absoluta para aprobar un proyecto de enmienda, el mismo tema no podrá ser tratado hasta un año después.
Demostrando su tremenda vocación para el chiste, Calé dijo que “ese tipo de barbaridades son resultado de la ignorancia, las excesivas ansias de poder y del torneo candente de lametrastes de diferentes sectores”.
“Acá hay un trío que actúa: el oficialismo colorado, el llanismo y el luguismo. El luguismo, llamado Frente Guasu, está metido. Lugo cree que es el Messi de la política paraguaya. Creo que esta inconducta le va a golpear bastante en su popularidad y en su credibilidad. En el caso de Blas Llano, quiere seguir en un proyecto en cuyo partido perdió preponderancia”, añadió.
Y su broche de oro fue la advertencia de que “no hay que descartar que intenten atropellar la Constitución antes del 25 de febrero, que es la fecha en la que se va a realizar la convención del PLRA y en la que se establecerán fuertes sanciones contra los congresistas liberales que actúen contra las directivas de ese partido”.
