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ASUNCIÓN.- No hay caso de que pueda arrancar algún indicio de campaña electoral en la oposición; no hay acuerdo sobre el sistema que se utilizará para establecer alianza, no hay candidatos potables y no se sabe sobre qué programa de gobierno se concertará. Lo único que parece cada vez más claro es que cada quien correrá por su lado, lo que deja al sector sin ninguna chance en el 2018.
Ahora que Fernando Lugo ya no puede volver a ser candidato a presidente de la República, el panorama se complicó mucho más en la oposición, ya que, en lugar de sentarse a limar asperezas con los demás partidos, el Frente Guasu mantiene una postura dura hacia quienes fueron sus aliados en las elecciones del 2008. Y no es para menos; las agresiones hacia el luguismo por haber apoyado el proyecto de enmienda fueron demasiado duras como para que haya predisposición de hacer borrón y cuenta nueva.
En la vereda de enfrente, los “aliancistas” quieren imponer la candidatura gris y fría de Efraín Alegre, negándose a cualquier tipo de negociación a pesar de saber (pensamos que lo saben) que con el titular del PLRA al frente, no hay ninguna posibilidad de vencer al candidato colorado.
Mientras en la ANR ya se sabe quién será el candidato del oficialismo y pronto se confirmará el de la disidencia, quienes ya están abiertamente en campaña proselitista, los opositores ni siquiera han podido armar la mesa de la que presumía hace poco nomás Rocío Casco, diputada por Avanza País, porque hasta ahora no definen a qué sector van a invitar a cuál no, como si en la situación tan paupérrima en la que se encuentran pudieran pegarse el lujo de despreciar a cualquiera que pudiera juntar aunque sea 100 votos.
Para deprimir aún más la situación, la grave división interna que enfrenta el PLRA hace que la posibilidad de que la oposición se presente unida en el 2018 sea una utopía, sin pies ni cabeza.
Así que en este momento no se puede hablar de un calendario de actividades de candidatos de la oposición, porque nadie sabe quiénes serán los candidatos, qué clase de sistema se utilizará para elegirlos -si será a padrón abierto o con padrón liberal- ni cuál será el sistema que se utilizará para hacer los acuerdos electorales. O sea, no hay nada.
