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ASUNCIÓN.- La denuncia presentada hace más de un mes por el oficialismo colorado y el PLRA en el Senado, en contra de la designación del disidente Enrique Bacchetta como miembro –por tercera vez- del Consejo de la Magistratura, parece una “pelota tatá” para las 2 salas del Tribunal de Cuentas del Poder Judicial, ya que sus miembros se han inhibido y ninguna ha podido tomar el expediente.
Hay motivos para esta denuncia, ya que la ley del Consejo dice claramente que ningún miembro puede ocupar el cargo por más de 2 periodos. Según los disidentes y el mismo Bacchetta, eso se refiere al caso de representar a una misma institución (ya estuvo en el colegiado 2 veces representando a los abogados), y que cuando representa a una institución diferente, esto no se tiene en cuenta.
Esto es falso, puesto que la ley solamente habla de la reelección por única vez, sin hablar de que sea por una institución determinada. Así que el nombramiento del colorado disidente en el Consejo es ilegal a luces vistas.
Pues bien, parece que va a quedar como integrante de la institución, a pesar de todo. No por tener razón, sino porque, por lo visto, Bacchetta es otro protegido de la Justicia y ningún juez se atreve a enfrentarlo.
