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ASUNCIÓN.- El ministro de Hacienda, Benigno López, aceptó con cautela el dictamen de la Bicameral de Presupuesto en relación a la primera parte del estudio del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2019. Está convencido que la última palabra la tienen ambas Cámaras, que según experiencias de años anteriores, lo resuelto no refleja lo que se decide en la bicameral. Hace menos de 24 horas, López cuestionaba el aumento de US$ 400 millones arriesgando el tope que marca la Ley de Responsabilidad Fiscal.
López espera que ambas Cámaras respeten las expectativas y no terminen inflando un PGN, y nuevamente lo dejen sin financiación, arriesgando nuevamente un veto del Ejecutivo.
Apuntó, el funcionario, que “en líneas generales, hay satisfacción con el documento legislativo, ya que se respetó la estimación de ingresos, no se amplió el déficit fiscal proyectado y se rechazó la incorporación de aumentos salariales sin financiamiento”.
Buscando un acercamiento con los congresistas que apoyen el proyecto del Ejecutivo, el ministro López dijo: “veo de muy buena forma que no haya salido un dictamen complicado, fuera de los límites. Al menos esa discusión, la Comisión entendió y estuvo siempre muy abierta a escucharnos y a entender que no es un problema de voluntades o de decisión, sino de ingresos”, expresó.
La Bicameral remitió esta semana el dictamen a la Cámara de Diputados para el inicio de la segunda parte del análisis presupuestario.
El documento fue remitido también a Hacienda y, según dijo López: “podremos realizar una revisión de los rubros reasignados para ver cómo afectará al funcionamiento de las instituciones que sufrieron recortes” y agregó, en ese sentido, que “una disminución de fondos a la AFD podría incidir en tasas crediticias más altas”.
Finalmente, solicitó a Diputados respetar los mismos lineamientos en cuanto a los ingresos y el déficit, y no inflar el PGN 2019, como se dio en años anteriores.
Entre los puntos principales del dictamen de la Bicameral se destacan: respetar los montos globales de la propuesta remitida por el Ejecutivo, no modificar el déficit fiscal establecido en el 1,5% del PIB y rechazar los aumentos salariales solicitados por los gremios.
La Bicameral legislativa decidió reprogramar casi US$ 43 millones que estaban asignados a rubros superfluos para destinarlos principalmente a educación y salud.
