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ASUNCIÓN.- El traslado del personal de Tesorería de la Justicia Electoral al Registro Civil es consecuencia de una caza de brujas que han emprendido los miembros del TSJE, quienes culpan a los funcionarios por las permanentes denuncias en contra suya que se publican en la prensa.
De acuerdo a nuestras fuentes, el único que sobrevive es Julián Sosa, el tesorero de la institución. Todos los demás funcionarios del área fueron trasladados bajo sospecha de ser quienes dan los datos que luego publican los medios de prensa.
Esta no es la única persecución que realizan los tres del TSJE a funcionarios de la institución desde que empezaron las denuncias en su contra a fines del año pasado, con el tema de la cantidad de planilleros, caso por el que está imputado Alberto Ramírez Zambonini. Luego saltaron escándalos por choferes, esposas, amigas y “amiguitas” de las autoridades electorales, que cobran salarios millonarios sin cumplir con ninguna función.
Desde entonces varios funcionarios han sido cesados en sus funciones o trasladados a otro lugar, acusados de ser quienes dan los datos a la prensa. Lo cierto es que el TSJE pretende tapar el sol con un dedo. Sus miembros son los que delinquen y pretenden traspasar la responsabilidad a sus subordinados.
