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Tras el anuncio de que en cuestión de 30 ó 45 días subirían los precios del gasoil y, en consecuencia, también del transporte público, las Centrales Obreras también sostienen que corresponde un ajuste del salario mínimo, teniendo en cuenta que los aumentos antes mencionados tienen alto impacto en la canasta familiar. La CUT-A convocará a una asamblea de centrales para decidir acciones. Bernardo Rojas, presidente de esta central, acusa a Mario Abdo Benítez: “Nos ningunea y vamos demostrarle nuestra fuerza”.
ASUNCIÓN.- El martes de la próxima semana, los trabajadores organizados iniciarán su periplo gremial, para exigir que se aumenten los salarios en la misma medida que se incremente la canasta familiar, como consecuencia del aumento del gasoil, elemento fundamental que mueve las pizarras de precios.
Bernardo Rojas, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica, ofició de portavoz del consejo de gremios compuesto de seis centrales y federaciones.
Será la Central Unitaria de Trabajadores Auténtica la que iniciará la convocatoria a las demás centrales y federaciones de trabajadores, a una asamblea para definir un documento que contendrá las exigencias del sector. “Entre estos estará un aumento de G. 600 mil como recuperación de la pérdida histórica del poder adquisitivo”, explicó Bernardo Rojas, presidente de la CUT-A, aunque sospecha que “Benigno López (ministro de Hacienda) va a patear, jamás aceptará este planeamiento”.
Aclaró que este pedido de reajuste histórico de G. 600 mil será para los dos sectores de trabajadores, el público y el privado. En este sentido, también van a invitar a los sindicatos, centrales y federaciones del sector público a debatir el curso de acción.
Al inicio de esta semana la opinión pública se vio sacudida por el anuncio del cártel de los combustibles de un aumento del gasoil previsto para el próximo mes, de G. 500 el litro. No pasaron 24 horas para que los empresarios del transporte público hagan lo propio y exigen G. 250 por boleto para ambas modalidades, el convencional y el diferencial.
Los trabajadores esperan ahora una reacción en cadena de los demás rubros de la canasta familiar, menos el del salario.
Rojas asume que no esperarán alguna señal del gobierno ni del sector privado. “Vamos a adelantarnos y a elaborar un petitorio, esto será fundamental, exigiremos los 600 mil de reajuste histórico; independientemente al aumento automático de junio, y vamos a exigir de nuevo que se independice del Banco Central el cálculo de comportamiento de la canasta familiar, porque los técnicos mienten y con sus porcentajes van alejando cada vez más los resultados de la inflación y determinan después reajustes salariales de 50 mil guaraníes”, dijo Rojas.
En la misma asamblea definirán medidas de apoyo al petitorio y la primera es, “analizar la posibilidad de acoplarnos a la marcha campesina, incluso seguir todo el tiempo que los compañeros chokokué se queden en la capital, tenemos reivindicaciones muy parecidas”, apuntó.
Los trabajadores agremiados incluyen en su presupuesto la declaración de una huelga general si es que no son escuchados, “lo estamos estudiando y estará presente el planteamiento en la asamblea del martes, no lo vamos a descartar”, y aclara que si empeora la discusión con el Gobierno, “esta medida será la medida inmediata, una vez que se agoten las otras alternativas sindicales que tenemos”, destacó Rojas.
“ABDO BENÍTEZ NOS NINGUNEA”
La directiva de la Central Unitaria de Trabajadores Autentica (CUT-A), manifestó que existe molestia en la dirigencia sindical independiente, generada en el “ninguneo” del presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
Ante la consulta de si existe posibilidad alguna de llegar a Abdo Benítez para entregarle de primera mano sus reclamos, Bernardo Rojas, presidente de la CUT-A, dijo: “No tenemos ni la mínima posibilidad, el presidente nos ningunea, no existimos para él, no nos escucha”.
Recordó que el mismo acompañó a los trabajadores de Manufacturas Pilar para intentar conversar con el presidente, “pero no nos recibió, nos derivó al vicepresidente”, dijo.
Asegura que tiene argumentos para demostrarle al jefe de Estado que se está equivocando de actitud, “y ya demostramos nuestra fuerza cuando intentó poner en vigencia la Ley de superintendencia y lo vamos a hacer de nuevo, y será aún más fuerte. El presidente debe conversar con nosotros de la misma manera que lo hace con los empresarios”, dijo el gremialista.
