ADN Digital
Artículos relacionados
En lugar de tratar de establecer la unidad partidaria de cara a los comicios del año próximo, lo que hace el oficialismo del PLRA es endurecer su postura en contra de sus correligionarios que apoyen la reelección vía enmienda. El castigo para quienes voten a favor, según el apoderado, Rubén Ocampos, será la exclusión del padrón partidario durante 10 o 20 años.
ASUNCIÓN.- Ocampos se suma a Luis Alberto Wagner y otros efrainistas que últimamente se pasan profiriendo amenazas en contra de los llanistas, quienes apoyan el proyecto de enmienda que apresta junto con el oficialismo colorado y el Frente Guasu. En realidad, toda la caterva de males prometidos para sus correligionarios proenmienda, no pasan de ser manifestación de deseos puesto que ninguno de ellos tiene potestad para castigar a nadie, algo que corresponde solamente al Tribunal de Conducta, que, ni siquiera, está integrado, tal como lo reconoce el mismo apoderado.
Lo más llamativo es que a medida que la presentación del proyecto va convirtiéndose en certeza, aumenta el nivel de amenazas proferidas en contra de los liberales que lo apoyen, y no hay ninguna duda de que estas son ordenadas por el mismo presidente del PLRA, Efraín Alegre, quien sabe que, de permitirse la reelección, no tendrá ninguna chance de ser candidato de la oposición ante Fernando Lugo. Y en el difícil caso de que lo fuera, no tendrá ninguna posibilidad de vencer en las elecciones a Horacio Cartes, ante quien ya sufrió la primera derrota en el 2013.
La última convención partidaria decidió que el castigo para quienes voten en contra de las órdenes del partido sería la sanción con una inhabilitación de 10 años; esto significa que durante 2 elecciones no podrán presentarse a ningún cargo electivo en nombre del PLRA. Sin embargo, Ocampos dice ahora que el castigo será la exclusión del padrón interno por un período que iría entre 10 y 20 años, algo que no fue decidido oficialmente por ninguna instancia a la que le corresponda.
El Equipo Joven recurrió, la semana pasada, ante la Corte Suprema de Justicia con una acción de inconstitucionalidad en contra del mandato partidario resuelto en la convención. Si el máximo tribunal hace lugar a la misma, los oficialistas se quedarán con las ganas de castigar a quienes apoyen la reelección, el peor de los males que pueden atacar a Efraín.
