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ASUNCIÓN – Los hermanos Carlos Rubén y Ardonio Sánchez Garcete, procesados por lavado de dinero, obtuvieron su libertad ambulatoria con el pago de una fianza.
El Juez Humberto Otazú aceptó el pago de la fianza de G. 600 millones que tendrá que pagar cada uno de ellos. La misma fue impuesta por el magistrado.
Los beneficiados tienen prohibición de salir del país, además deberán fijar domicilio en Asunción y comparecer de manera mensual ante su juzgado para la firma del libro.
La medida de prisión domiciliaria que pesaba sobre los imputados por lavado de dinero y vinculación con el narcotráfico, había sido revocada por la Cámara de Apelaciones, Segunda Sala. La decisión del Tribunal de Alzada fue sustituir el arresto “por medidas menos gravosas”.
La resolución del caso no se dio por unanimidad, Los camaristas José Agustín Fernández y Agustín Lovera Cañete votaron por la libertad, mientras que, José Waldir Servín dictaminó por la confirmación de la prisión preventiva. Ante esta situación finalmente Otazú confirmó la salida de la cárcel para los hermanos.
