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No hay posibilidades de que se consigan en el Senado los 30 votos necesarios para condenar al ministro de la Corte Sindulfo Blanco por los delitos por los que lo ha acusado la Cámara de Diputados, así que todo el proceso del juicio político que se iniciará mañana a las 9 no será más que un circo montado para blanquearlo.
ASUNCIÓN.- Lo que se tiene que tener en cuenta cuando se habla del procedimiento del juicio político es que difiere del ordinario por varias razones, entre ellas, que para que un acusado sea condenado, se necesita una mayoría absoluta de dos tercios de votos del Senado, lo que indica que muy poco interesa que sea culpable o inocente, sino las negociaciones que se realicen para conseguir esa cantidad de votos (30).
Desde que, en diciembre de 2014, se recibió en el Senado el libelo acusatorio en contra de los ministros de la Corte Suprema de Justicia Blanco, Óscar Bajac y César Garay, había apoyo de las bancadas oficialistas de la ANR, PLRA, Unace y algún que otro opositor, con lo que se habían conseguido 27 votos. Siempre estuvieron en contra los colorados disidentes y la Multibancada, especialmente el Frente Guasu y el Partido Democrático Progresista.
Durante todo el 2015 esto no varió. A pesar de las negociaciones, ofertas y contraofertas, siguieron faltando 3 votos al número mágico. Esta cantidad que exige la Constitución no es necesaria para empezar el juicio político, pero sí para terminarlo con una condena. Así que el año pasado se decidió no hacer nada ya que no habría posibilidad de condenar a los tres acusados.
Hace poco, algunos colorados disidentes decidieron poner condiciones para apoyar el juicio político, y uno de ellos fue que los tres fueran juzgados por separado y que el juicio al segundo no se inicie hasta no terminar todo el proceso del primero, hasta la elección de su reemplazante. Y así se hizo. La mesa directiva del Senado aceptó juzgarlos uno a uno, y se decidió que el primero en sentarse en el banquillo de los acusados fuera el liberal Blanco. Con esto estaban garantizados más de los 3 votos que faltaban para lograr la condena y separación del cargo.
Pero resulta que ahora los liberales no quieren seguir apoyando el enjuiciamiento, especialmente los que tienen causas pendientes en la Justicia, quienes pretenden así lograr su sobreseimiento. Así que de nuevo no hay votos para condenar a Blanco y aunque pasarán 21 días desde el inicio que se dará mañana del juicio hasta el día de la sentencia, será muy difícil que esto cambie. Por lo tanto, lo más probable es que el ministro acusado por varios delitos sea declarado inocente –no por serlo sino por no haber votos para condenarlo- y seguirá fungiendo de ministro de la Corte como si fuera un santo inocente.
