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Una de las antiguas ciudades paraguayas de mayor crecimiento en los últimos tiempos, sin dudas es Ayolas. Esta población del departamento de Misiones, celebró hace unos días 118 años de fundación con diversas actividades. Actualmente las autoridades locales y la población “imponen” el sobrenombre de “un paraíso junto al río” a la comunidad. Ayolas es sede de la segunda central hidroeléctrica más grande del país, Yacyretá.

AYOLAS (Dpto. de Misiones)- A este pueblo se lo conocía por sus hermosos paisajes a la vera del río Paraná, que le permitían ser un punto ineludible para el turismo de pesca y de verano. Sin embargo, desde la construcción de la represa hidroeléctrica Yacyretá, cambiaron las cosas, porque a más del gran crecimiento de la ciudad, hubo otro tiempo de movimiento y se incrementaron enormemente los atractivos turísticos.

Por su ubicación, la comarca es una delicia para los pescadores, por las características de la zona, y por los ejemplares maravillosos que se pueden encontrar, como la boga, el dorado, surubí y otras especies autóctonas. Además, el distrito es famoso por la realización anual de la “Fiesta nacional del dorado”, concurso de pesca deportiva.

Y en el verano, es impresionante el ambiente que ofrecen las playas de Corateĩ y San Josemí. Son muy concurridas.

La ciudad es llamada Ayolas, en nombre en homenaje a Juan de Ayolas, quien fuera uno de los primeros exploradores españoles que viajó por todo el Paraguay y otros confines de Sudamérica. La comunidad se fundó en 1899 en un sitio anteriormente conocido como Corateĩ, luego San José-Mí, durante el gobierno de Juan Gualberto González.

Ayolas se encuentra en el sur de nuestro país, a 310 km de Asunción, a orillas del río Paraná. Cuenta con una población aproximada de 18.000 habitantes. Es la cuarta ciudad más poblada del departamento, después de San Ignacio, San Juan Bautista y Santa Rosa.

Los ayolenses, a más de la pesca y sus actividades relacionadas al turismo, se dedican a la ganadería y el comercio. Pero la hidroeléctrica de Yacyretá es la que les brinda mejores recursos, porque dio lugar a muchos puestos de trabajo en el pueblo y en los alrededores.

Además

“En tu añejo tatarê (árbol) más de un siglo ya transcurrió. De tu estampa del ayer la historia no se olvidó. El tiempo te vio crecer y algo de aquello cambió, pero sabes mantener lo mejor que Dios te dio”, es parte de una composición musical que se transcribe en la página de la municipalidad de Ayolas, para decir “Feliz 118 años de vida querida, hermosa y pujante ciudad de Ayolas”.

TRANSFORMACIÓN Y REFUGIO

La historia de esta ciudad tiene dos partes y su misma conformación está dividida también en dos, la vieja y la nueva ciudad. Paralelamente a la construcción de la represa Yacyretá, se organizó la comunidad de manera que los trabajadores tuvieran sus viviendas, las “Mil Viviendas” y la “Villa Permanente”. Las Mil Viviendas se distribuyeron a los obreros y la Villa Permanente a los funcionarios, ingenieros y otros profesionales.

Asimismo, a 18 km de la Villa Permanente se habilitó una superficie de 100 ha, donde se albergan diversas especies animales rescatadas de la zona de influencia de la represa, en condiciones de supervivencia y reproducción. Se denominó Refugio de Atinguy.

Este refugio es mantenido por la Entidad Binacional Yacyretá, desde 1982. Se hacen visitas guiadas por senderos especialmente trazados. Los animales nativos propios del área de influencia de la represa son protegidos con la finalidad de divulgar y desarrollar los programas de cría en cautiverio de especies con problemas de conservación.

A Ayolas se llega tomando el ramal de la Ruta I “Mcal. Francisco Solano López” y se encuentra después de la localidad de Santiago.