ADN Digital
Artículos relacionados
La cosmopolita Ciudad del Este festejó en estos días su aniversario número 60. Si bien es una joven ciudad comparando con otras de referencia en nuestro país, sigue ésta mereciendo el calificativo de ser la más importante después de la capital Asunción y considerarse un importante pulmón económico de nuestro país.
Esta ciudad, que alberga a ciudadanos de todo el mundo, es también conocida en el escenario internacional por su gran movimiento comercial, siendo incluso comparada con otros grandes centros comerciales del mundo.
Ciudad del Este pasa hoy por una gran transformación, no sólo en el comercio sino también en lo político y en la búsqueda de un cambio de paradigma social. Históricamente muchos llegaban a esta capital departamental con la casi única intención de acumular dinero y gozar de un buen pasar a partir de lo que pueda ofrecer este apreciado bien.
Hoy se suma a esto otra realidad. Muchos ya optan en poblar definitivamente esta ciudad y no sólo ser parte de su vida comercial, sino participar activamente en la construcción de una sociedad.
CDE cuenta hoy con grandes atractivos que buscan hacer de esta ciudad no sólo un atractivo comercial sino también incentivar en sus moradores y quienes lo visitan el deseo de recorrerla, disfrutarla y asumir con ella una identidad.
Estos 60 años traen consigo grandes desafíos. Ya no podemos sólo ofertar productos, a esto debemos sumar calidad, seguridad, honestidad, profesionalismo, mucho amor y dación de nuestras autoridades, sean éstas locales o nacionales.
Este deseo dista en un porcentaje importante de la realidad que vive la ciudad en donde nace el sol. La inseguridad se ha apoderado y ha ganado nuestras calles. Nuestros jóvenes conviven con una constante amenaza de los vicios. El estamento que nos debe brindar seguridad se ve sobrepasado y sumado a todo esto las divisiones radicalizadas de los sectores políticos.
Convivir con una diversidad cultural representa un gran desafío. Debemos buscar como a partir de tantas diferencias podemos encontrar puntos de interés común que nos unan y de esa manera convertir nuestras diferencias en ideas que aporten cosas positivas a esta siempre esperanzadora ciudad.
Necesitamos un decidido apoyo de los organismos estatales en ejercer el control para que las leyes sean cumplidas por los miles de foráneos que se encuentran con grandes riquezas en esta ciudad, que nos alegra cuando son generadas con honestidad y respeto a los funcionarios que ameritan esas ganancias. Así también preocupa los horarios de trabajos incumplidos u otros beneficios propios de un trabajador y que escuchamos siempre son denunciados por su incumplimiento.
Debemos reconocer que se ha hecho mucho, pero no es menos cierto que queda mucho por construir, en especial una ciudadanía responsable, madura, inteligente y comprometida.
Ser una sociedad cosmopolita nos debe enriquecer, debe ser una ventaja, pero sin perder lo más sagrado, nuestra cultura, nuestra identidad.
