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El único que sigue insistiendo con que los documentos y declaraciones que recabaron en la bicameral del “caso Messer” serán importantes para la Fiscalía es su presidente, el trucho Rodolfo Friedmann. Sin embargo, los fiscales no demuestran ningún interés en acceder a estos documentos y parecen no haberse dado por enterados de que hay senadores y diputados que les están “ayudando” en la investigación.
ASUNCIÓN.- Es tanta la angustia que tiene Friedmann al ver que pasa el tiempo y no consigue pruebas que justifiquen su dictamen condenatorio en contra de Horacio Cartes, que inventa hechos, aprovechándose del silencio que no pueden romper los investigadores jurisdiccionales del caso en contra de Darío Messer.
Hace unos días dijo que la Fiscalía decidió abrir una nueva investigación, esta vez en contra de Cartes. Sin embargo, nadie en el Ministerio Público parece saber nada del tema, lo que hace pensar que fue solo una manifestación de deseo por parte del trucho. En realidad, este fue el objetivo de la CBI pensada y presidida por él. Al notar que en la investigación, los agentes no habían incluido al expresidente, decidieron hacer la suya propia para conseguir documentos que prueben la relación de negocios entre Cartes y Messer, quienes eran amigos y jamás lo negaron.
En el informe provisorio que presentó la bicameral ante el Senado, ante un reclamo de Sergio Godoy, se volvió a insistir con que la comisión cuenta con varios documentos que pueden ser utilizados por los investigadores de la Fiscalía, porque contienen datos que ayudarían en el caso. Pero, otro integrante del equipo, el senador liberal Fernando Silva Facetti, ya dijo hace pocos días que, hasta ese momento, no había ningún elemento que ligara a Cartes y Messer, por lo tanto, tanta insistencia por parte de Friedmann, con la ayuda de otros anticartistas, no pasan de ser un chake que nadie toma en serio.
Debe ser por eso que los integrantes de la CBI decidieron utilizar los más de 2 meses de receso legislativo para analizar todas las declaraciones de personas que ya comparecieron ante la misma, además de los documentos que consiguieron. Tienen la misión de encontrar algo que demuestre que el expresidente estuvo involucrado en el negocio de lavado de dinero que habría impulsado el empresario brasileño. Como las decisiones de las bicamerales no tienen carácter obligatorio para la Fiscalía y la Justicia, Friedmann necesita convencer a los investigadores de que deben incluir e imputar a Cartes, porque solo así, piensa, estará tranquilo y seguirá usurpando la banca que no le pertenece, por los años que resta a este mandato legislativo.
EL ÚNICO QUE SABE ES SILVA FACETTI
De los 6 integrantes de la bicameral del “caso Messer” (3 senadores y 3 diputados), el único que entiende de finanzas, con amplia experiencia y trayectoria, es el senador liberal Fernando Silva Facetti, aunque, ante el fanatismo demostrado por otros 4 miembros, salvo el diputado Basilio Núñez, su voz parece sonar en el desierto, sin que nadie le preste mucha atención.
Resulta obvio que esta es una cuestión política, que poco tiene que ver con los hechos que, supuestamente, se investiga, y con la búsqueda de la verdad. De todos modos, Silva Facetti se plantó y dijo públicamente que no existe ningún elemento que ligue comercialmente a Horacio Cartes con Darío Messer.
Pero hay más. Aseguró que el dinero que trajo el brasileño, entró de manera legal y cumpliendo con todas las normas, procedente de países habilitados internacionalmente; “si se lavó, se lavó en otro país; aquí ya llegó limpio”, aseguró, además de añadir que los controles de las entidades estatales pudieron haber sido flojos pero no ilegales, ya que en ese momento la ley no exigía más.
Repetimos, el único que entiende de lo que habla ya dijo que no hay elementos que liguen a Cartes con Messer, a pesar de lo cual, dicen, el dictamen de la CBI dirá lo contrario.
