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El nuevo gobierno interino del Brasil podría tomar una serie de medidas con la cual buscará asfixiar al comercio de Ciudad del Este. El presidente interino, Michel Temer, está muy vinculado a poderosos empresarios e industriales de San Paulo, quienes siempre reclaman de acciones más duras para frenar el ingreso de mercaderías desde el Paraguay. La perspectiva a corto plazo para el sector comercial es lóbrega. Gremios de comerciantes afirman que el turismo verdadero puede ser beneficiado.
CIUDAD DEL ESTE.- El sector comercial de la capital del Alto Paraná tiene mucho que temer al gobierno interino de Michel Temer en el Brasil. El nuevo mandatario está muy vinculado a poderosos grupos empresariales e industriales paulistas, quienes siempre cuestionaron lo que ellos tildan de “pasividad” de los organismos de seguridad y fiscalización en la frontera con el Paraguay.
Siempre están reclamando de mayores controles para frenar la actividad de los sacoleiros, que ellos consideran ilegal. El gobernador del Estado de Paraná, Carlos Alberto “Beto” Richa, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), siempre defendió un mayor control en la frontera con el Paraguay, pero sus reclamos nunca tuvieron eco en el gobierno Federal debido a que el mismo era adversario de la presidenta Dilma Rousseff, quien es del Partido de los Trabajadores (PT) y está suspendida en su cargo.
El presidente interino, Temer, tiene como principal aliado al PSDB, del gobernador Richa, y es seguro que ahora el pedido de más fiscalización en la frontera tendrá una respuesta favorable.
El gobernador Richa reforzó la fiscalización en la frontera con el Paraguay con la instalación de unidades del Batallón de Frontera de la Policía Militar del Estado de Paraná.
El sector comercial de Ciudad del Este ya no tendrá aliados de peso, como era el director general brasileño de la Itaipú, Jorge Samek, y a la senadora, Glessi Hoffmann.
Con el nuevo escenario político en el Brasil, que todo indica ira ya hasta finales de 2018, el panorama para el comercio esteño es sombrío. Todo indica que los controles cerrojos volverán buscando asfixiar la actividad comercial en la frontera entre Ciudad del Este y Foz de Yguazú.
Viejos enemigos del comercio de Ciudad del Este volverían a sus cargos en la Receita Federal (Secretaría de Ingresos Federales). Este órgano federal del país vecino es el encargado de los controles en las fronteras.
Actualmente, la actividad comercial tanto en la capital del Alto Paraná como en Salto del Guairá (Canindeyú) y en Pedro Juan Caballero (Amambay) está en crisis, por la alza del dólar frente al real y por la pérdida del poder adquisitivo de los brasileños.
Pero todo indica que la situación empeoraría más si además de estos inconvenientes de orden económico, el gobierno brasileño decide apretar la fiscalización, incluso, movilizando a los efectivos de la Fuerzas Armadas.
