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ASUNCIÓN.- La enmienda es mucho más sencilla, rápida y barata que la reforma constitucional. Además, con este procedimiento opina la ciudadanía y no a través de representantes, según el líder de la bancada colorada de Diputados, Clemente Barrios. Las mayorías requeridas en las cámaras también son menores y más fáciles de conseguir.
Luego de que la Convergencia Ciudadana consiguiera el visto bueno de la Justicia Electoral para solicitar al Congreso que decida la necesidad de la reforma constitucional, volvió con fuerza el tema de la reelección presidencial al tapete ya que quienes están a favor y los que están en contra piensan que la verdadera intención de este movimiento es que el presidente Horacio Cartes pueda acceder a un segundo mandato.
Según el diputado colorado Barrios, para conseguir que el texto constitucional permita la reelección hay que recurrir a la enmienda y no a la reforma, que es el procedimiento que solicita la convergencia integrada por jueces, fiscales y abogados de todo el país.
Las ventajas de la enmienda son varias: en primer lugar, es todo mucho más rápido porque son las cámaras del Congreso las que elaboran el texto a modificarse y lo aprueban, mientras que en la reforma hay que convocar a elección de convencionales y estos luego deberán sesionar en Convención Nacional Constituyente para elaborar el nuevo texto.
Por si fuera poco, las mayorías son también más sencillas. Para decidir la necesidad de reforma, cada cámara deberá conseguir mayoría absoluta de dos tercios de votos (54 Diputados y 30 el Senado), mientras que en el caso de la enmienda, se requiere mayoría absoluta, que es el quórum legal (41 en Diputados y 23 en el Senado). Si tenemos en cuenta que en la Cámara Baja el oficialismo colorado tiene 46 votos, es obvio que la enmienda resultará mucho más sencilla y efectiva.
Barrios dijo además que con la enmienda, se da participación a los ciudadanos, puesto que luego de que el texto de modificación sea aprobado por ambas cámaras del Congreso, el Tribunal Superior de Justicia Electoral debe convocar a un referéndum ciudadano en un plazo de 180 días. Y recién cuando la mayoría acepte la modificación, esta es introducida en la Constitución.
Sin embargo, con el procedimiento de la reforma, la ciudadanía solamente interviene en la elección de los convencionales, quienes son los que redactan y sancionan la Constitución.
