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Los concejales de Ciudad del Este que no quieren aceptar la renuncia de la intendenta Sandra McLeod, supuestamente para que no haya impunidad, en realidad buscan impedir que se realicen nuevas elecciones. Pues, su eventual aceptación, implicaría la inmediata convocatoria a comicios. Ayer, se registraron graves incidentes, inclusive, rompieron vidrios. Ahora, son 7 los legisladores municipales que están de acuerdo con la dimisión de la jefa comunal. Un grupo de ediles, que son minoría, ocupó la sede legislativa. A su vez, el concejal Miguel Prieto amenazó con incendiar el edificio público. Mientras, otro grupo de liguistas y de Colorado Añetete, agredió a algunos periodistas porque dicen que no informan lo que ellos quieren.
CIUDAD DEL ESTE.- Los serios incidentes fueron protagonizados por los integrantes del denominado G-7, que ahora quedó reducido a 5 ediles, o sea minoría. Un turba encabezada por operadores de Colorado Añetete, entre ellos Valerio Martínez (del sector de Ulises Quintana) y la conocida agitadora social Matilde Rojas, ahora luguista, protagonizaron todo tipo de incidentes y amenazaron a los concejales que querían aceptar la renuncia de la intendenta. Todo esto ocurría ante la pasividad de la Policía Nacional.
El titular de la Junta, Herminio Corvalán (luguista), se negó a recibir la nota de renuncia de Sandra, lo que desató una reacción del concejal Celso “Kelembú” Miranda. A pesar de esta situación, se dio inicio a la sesión ordinaria en medio de un ambiente de tensión, tanto dentro como fuera de la sede municipal.
La bancada colorada mocionó para el tratamiento sobre tablas y contaban con los votos para el efecto, mientras que la bancada opositora mocionó por el rechazo al tratamiento, y desde ese momento se perdió el control de la sesión, con gritos, improperios y empujones. En un momento dado arrojaron una piedra desde afuera, que rompió uno de los vidrios
El concejal Miguel Prieto convocó a la ciudadanía en general para que se manifieste y de esa manera evitar el tratamiento de la renuncia. Una turba de violentos, encabezados por operadores de Colorado Añetete y el luguismo, llegaron allí para generar más disturbios al mando del edil Prieto y del presidente de la Junta, Herminio Corvalán.
Finalmente, se optó por el levantamiento de la sesión por falta de garantías, no obstante, Corvalán adelantó que permanecerá en la Junta Municipal.
El objetivo de los concejales que no quieren aceptar la renuncia es cocinar la sucesión entre cuatros paredes, pero ahora son minoría. Son solo 5 y ellos: Herminio Corvalán, Miguel Prieto, Lilian González de Aguingalde, María Portillo y Teodoro Mercado.
El grupo de la mayoría, que quiere aceptar la renuncia, está integrada por Alejandro Zacarías, Miguel Coronel, Perla Cabral, Nery Chávez, Juan Ángel Núñez, y ahora se suma Celso Miranda, alias “Kelembú”, y el liberal Javier Bernal.
En todo momento llamó la atención la forma tibia en que actuó la Policía Nacional, dejando que los vándalos cometan todo tipo de incidentes, sin que los mismos intervengan. Se limitaron a pedir tranquilidad.
