ADN Digital
Los “limpiavidrios” tienen tiempo hasta hoy para dejar las calles. Es cierto. La tarea que realizan resulta molestosa, irritante y hasta con una cierta dosis de violencia cuando uno no dispone de las monedas requeridas. Pero el esquema para absorberlos en la actividad pública o privada, parece no estar listo.
Ello hará que se produzcan protestas, salida a las calles, manifestaciones y hechos de violencia, más o menos en la forma protagonizada por los estudiantes secundarios y campesinos, recientemente, lo que enviará nuevamente malas señales al interior y exterior del país.
La “labor” ha estado subiendo de punto últimamente con más y más gente en las calles. Es que de acuerdo a los datos que trascendieron a la prensa el “trabajo” les resultaba bastante rentable: Unos 300 mil guaraníes por día, en una buena jornada, lo cual supone varios millones de guaraníes, más que el famoso salario mínimo, al final del mes.
Hurgando un poco más en el pasado de la mayoría de ellos, casi todos tienen antecedentes policiales o penales, son exconvictos, con libertad condicional, etc. Casi ninguno de ellos, igualmente cuenta con preparación alguna. Hijos de la calle, caldo de cultivo de la delincuencia, según los archivos policiales.
Es bueno que salgan de las calles, como quedó dicho.
Ahora, se debió trabajar más tiempo y con mayor eficiencia en el sistema para reintegrarlos a empleos formales. Se ofrecieron un par de empresas privadas que no lograron retenerlos, precisamente por la exigua paga; volvieron a la calles y están allí hasta hoy, fecha en que seguramente habrá que empujarlos para que se retiren con las consabidas consecuencias en el ambiente ciudadano.
La “mano dura” de la Policía o de quien le quiera poner al cascabel al gato, podría degenerar en hechos de violencia de los que está saturada la ciudadanía asuncena.
La comuna de Ferreiro, también se lavó las manos en el asunto. Incorporó a poco o nada de ese caudal de trabajadores, con tristes emolumentos y para más anunció que no ordenará represión alguna si se producen protestas.
Que se vean los demás, en otras palabras.
El gobierno debe tener cuidado con este problema. Lo crearon otras autoridades, con la intención de hacer el bien. Pero sin tomar los recaudos pertinentes. Hay que manejar bien el asunto porque así como están las cosas en nuestro país no hay lugar para nuevos conflictos generados por chambones que no aprenden la lección.