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WASHINGTON.- Nadie puede prescindir del sueño. Casi un tercio de nuestra existencia la pasamos dormidos, y aunque algunos piensan que es un derroche, una pérdida de tiempo, en realidad es el tiempo de recuperación imprescindible para garantizar la reposición de las energías y el correcto funcionamiento del organismo como sistema.
Quitarle horas al sueño se traduce en falta de fuerzas, incoherencias intelectuales, disminución del rendimiento físico y mental, además de afectaciones más localizadas como pueden ser enrojecimiento de los ojos, inflamación de los párpados, oscurecimiento de la zona que rodea los ojos y lo que en general llamamos “mal semblante”.
Pero si bien la media aconsejada por los especialistas son ocho horas de sueño, es cierto que cada persona tiene un reloj biológico individual que puede exigir más o menos tiempo de descanso. Violentarlo conduce al estrés y a otros males que pueden ir desde las jaquecas hasta los trastornos digestivos.
Consejos para conseguir el sueño: Habitúe su cuerpo a un horario, es decir, intente acostarse siempre a la misma hora; No imponer metas antes de dormir; No discutir en la noche, Olvidar problemas y disgustos hasta el día siguiente; Evitar los ruidos y luces en la habitación donde se duerme y por ultimo dormir en una cama confortable y con un ambiente agradable a su alrededor.
