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Dos jueces rechazaron entender en el caso en el que está involucrado Sindulfo Blanco, así que se debe decidir en segunda instancia quién será el designado, pero allí también se inhibieron dos, así que quedó a cargo de la Sala Penal decidir quién integrará el tribunal que resolverá quién será el juez. Pero la sala quedó vacía porque los 3 miembros se inhibieron y lo mismo ocurrirá en las otras salas. Esto es lo que se llama una cadena de inhibiciones que impide que la causa contra el ministro pudiera continuar.
ASUNCIÓN.- Cuando la Unidad de Delitos Económicos de la Fiscalía imputó al ministro Blanco y al exministro Víctor Núñez por prevaricato, la causa cayó en manos del juez Gustavo Amarilla, quien enseguida se inhibió diciendo que era el juez que había provocado la comisión de dicho delito por parte de los integrantes de la Corte. Así que pasó a Hugo Sosa Pasmor, quien se tomó unos días para decir que los argumentos de Amarilla no eran válidos y que no justificaban su inhibición.
Así las cosas, pasó al Tribunal de Apelaciones tercera sala decidir cuál de los dos, Amarilla o Sosa Pasmor, sería el juez de la causa. Pero allí de nuevo uno de los integrantes, José Waldir Servin, se inhibió alegando amistad con uno de los procesados, así que el expediente pasó a Emiliano Rolón, de la cuarta sala, pero este lo rechazó alegando que Servin no tiene causales de inhibición.
La lavada de manos es tan obvia que los dos magistrados que no se inhibieron, Cristóbal Sánchez y Arnulfo Arias, casi parecen héroes por la valentía de no echarse a correr cada vez que aparece el expediente que investiga al ministro Blanco.
Siguiendo esta historia de absurdos y cobardías, el caso llegó a la Sala Penal de la Corte, la cual deberá decidir si Sánchez o Arias integra el tribunal que deberá decidir si Amarilla o Sosa Pasmor será el juez de la causa. Blanco es miembro de esta sala, así que tuvo que inhibirse de entender en su caso (parece que fue el único que tuvo serios motivos para hacerlo), por lo tanto debía integrarse con alguien de otra sala y la moneda le cayó en suerte a Myriam Peña, de la Sala Constitucional.
Para entonces, otra integrante de la Sala Penal, Alicia Pucheta, se inhibió de entender en la causa contra su colega y Luis Benítez Riera, el tercer miembro, anunció que hará lo mismo. Encima, Peña dijo que también se inhibiría puesto que no quiere que la pelota tata le caiga en el regazo.
Y así seguirá la función, con los otros dos miembros de la Sala Constitucional, Gladys Bareiro y Antonio Fretes, y los de la Civil, Raúl Torres, Óscar Bajac y César Garay.
Así que la Sala Penal de la Corte no podrá ser integrada para decidir si Sánchez o Arias integra el tribunal que decidirá si Amarilla o Sosa Pasmor es el juez original de la causa. No es que estamos repitiendo lo que ya dijimos más arriba; lo que estamos haciendo es mostrar hasta donde llega el absurdo de esta cadena de inhibiciones que demuestra que nuestro Poder Judicial está integrado por jueces cobardes, venales y sometidos al poder. Lo que falta a la Justicia paraguaya no es rumbo, sino huevos.
Hoy deciden qué harán con el juicio político
La mesa directiva de la Cámara de Senadores se reúne esta mañana para definir el orden del día de la sesión del próximo jueves y para decidir qué camino tomar con el tema del juicio político a Sindulfo Blanco luego de que dos veces no se pudiera continuar con el proceso debido a la falta de quórum del plenario.
Los abogados del ministro de la Corte pretenden que el caso sea archivado ante la imposibilidad aparente de continuarlo, pero el presidente del Senado, Mario Abdo Benítez, piensa que una vez iniciado el enjuiciamiento, no puede ser archivado por el camino sino que culmina recién cuando el procesado recibe la sentencia, sea declarado culpable o inocente.
Esto también es lo que piensa la mayoría de la cámara, por lo que es posible que la decisión de la mesa directiva sea posponer el tema hasta tanto haya mayoría garantizada para continuarlo con la sesión en la que los senadores escucharán los argumentos de la defensa de Blanco.
La bancada colorada oficialista resolvió dejar sin quórum las sesiones ante la evidencia de que no se alcanzarían los 30 votos necesarios para lograr que el ministro sea condenado y separado del cargo. La intención es aguardar luego de las internas liberales de junio próximo, a fin de negociar los votos faltantes con las nuevas autoridades electas.
