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Existen refranes que reflejan pensamientos del pueblo y por más gastados que sean, no dejan de tener vigencia. Esto del dicho “que te compre quien no te conoce”, calza como anillo al dedo en el caso de Camilo “Coquito de Oro” Soares.
Decía una periodista que la gente común nos criamos entre refranes populares, letras cursis de canciones viejas y versos de sílabas mal contadas. Y es verdad, por lo que queremos relacionar casos y hechos con dichos populares o tal vez con letras de alguna canción.
De ahí que al escuchar a Camilo Soares, hoy “periodista” de radio, queriendo presentarse como el impoluto, o hablando de corrupción y hasta rechazando el supuesto intento de golpe al hablar de la idea de impulsar el tratamiento de la enmienda en el Congreso.
“Yo sigo sosteniendo que el art. 290 (Constitución Nacional) prohíbe volver a tratar el mismo tema hasta el 25/08/2017. Sería un golpe de Estado hacerlo”, manifestó Camilo Soares.
Y si este personaje lo dice, habría que analizarlo, porque éste sí que sabe de golpe. Aunque en realidad, el golpe que él sabe es de “robo” de la plata del pueblo, según las publicaciones y acciones judiciales abiertas para investigarlo.
A más de la causa, en la que se le acusó a “Coquito de Oro” de un perjuicio patrimonial por valor de 4.290 millones de guaraníes, en la Secretaría de Emergencia Nacional y que está en espera del juicio oral, se difundió su presunto robo de unos 90 millones de guaraníes, cobrando salario como planillero de la misma SEN.
El caraduras de Soares se candidató a senador por Avanza País, en el 2013, y como dirían unos vecinos bien malvados, ni sus parientes le votaron. En aquel entonces fue denunciado por percibir salario como titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) hasta junio de 2012, pese a que en abril de 2010 había sido separado del cargo sin goce de sueldo. Habría cobrado irregularmente poco más de G. 90 millones.
Según informe del Ministerio de Hacienda, cobraba un poco más de 5 millones de guaraníes mensuales durante dos años, por lo que en total habría recibido irregularmente los alrededor de 90 millones de guaraníes.
Con respecto al proceso por lesión de confianza, Camilo Soares sigue con la chicanería para evitar o por lo menos seguir postergando el juicio oral.
Vale recordar que, salvo el ministro de la Corte Suprema, Antonio Fretes, todos sus demás colegas se inhibieron de entender la acción de inconstitucionalidad planteada por Camilo Soares. Hasta eso planteó este caradura, con la cual buscó archivar la pesquisa por la construcción de dos desalinizadoras en el Chaco y el gran desvío de los recursos de la SEN en compra de coquitos.
Pero, visto y considerando que en el Poder Judicial se dilata todo, muchas veces el pueblo quiere hacer justicia, pero como no tiene el poder de enviarlo a la cárcel, se conforma con algunos escraches. En ese sentido, vale recordar el momento que le hicieron vivir a Camilo Soares en un restaurant céntrico de Asunción, cuando un grupo de clientes empezó a gritar al percatarse de la presencia líder del PMAS en el lugar. En forma de canto corearon: “Camilo, sos ladrón. Sos ladrón. Camilo, sos ladrón”. Y bueno, es a lo que se expone una persona denunciada por graves hechos de corrupción y hasta tal vez se lo merece, ya que la justicia no actúa y el pueblo se cansa.
