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La suspensión de la audiencia para revisar la apelación a la condena de 12 años por corrupción contra Luiz Inácio Lula da Silva, fue anunciada por el magistrado Edson Fachin, instructor del caso en el Supremo Tribunal Federal. La determinación frustra las esperanzas que guardaba el Partido de los Trabajadores (PT) de que su líder pudiese ser liberado este martes, o por lo menos de que se le concediese la prisión domiciliaria, para poner en marcha su campaña para las elecciones presidenciales de octubre, en las que figura en lacabezade todos los sondeos de intención de voto.
SAN PABLO.- Con esta decisión el recurso interpuesto por la defensa del exmandatario brasileño se archiva, impidiendo la posibilidad de otorgarle a Luiz Inácio Lula da Silva la libertad condicional.
Fachin ordenó que el recurso de la defensa sea archivado luego de que el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región, la Corte de segunda instancia que condenó a Lula, rechazara la petición que habían hecho los abogados para que el caso pudiese ser examinado por el Supremo ante su posible inconstitucionalidad.
La vicepresidenta del Tribunal Regional Federal, María de Fátima Freitas, rechazó la petición para que el caso fuese trasladado a la Corte Suprema por supuestamente, y en cambio permitió que los abogados puedan presentar un recurso ante el Superior Tribunal de Justicia para cuestionar parte de la condena contra el ex mandatario, ya que la defensa alega que Lula tendría que pagar individualmente una indemnización que correspondería al PT.
La posibilidad de un fallo favorable el martes había llevado a los abogados del exjefe de Estado a modificar su petición para pedir que la Corte Suprema suspendiera la sanción que inhabilita electoralmente a Lula o que, en caso de que no le concediese la libertad, al menos le permitiese cumplir la pena en prisión domiciliar.
Lula fue condenado el año pasado a 9 años y 6 meses de prisión por un juez de primera instancia, que le halló de culpable de beneficiarse de las corruptelas en la petrolera estatal Petrobras, pero esa pena fue ratificada y ampliada hasta los 12 años y 1 mes por un tribunal de apelación.
El mismo tribunal determinó su ingreso inmediato en prisión una vez que se habían agotado todos los recursos posibles en segunda instancia, de acuerdo a la jurisprudencia de la Corte Suprema.
En el nuevo recurso en el que piden que Lula pueda esperar en libertad a que los tribunales superiores se pronuncien definitivamente sobre su condena, la defensa alega que la decisión es urgente debido a que el exmandatario aspira a disputar las elecciones presidenciales de octubre próximo y a que, el encarcelamiento, le priva de sus derechos políticos.
Mayoría cree que Da Silva es el mejor preparado para remontar la economía
El 32% de los electores brasileños cree que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) es el candidato mejor preparado para acelerar el crecimiento económico, según una encuesta realizada por el instituto de opinión Datafolha. El resultado es bastante similar al cuadro general de intención de voto, ya que Lula es seguido por el líder ultraderechista Jair Bolsonaro (15%) y por la candidata de centro Marina Silva (8%).
Cuando Lula terminó su segundo gobierno en diciembre de 2010 tenía una alta aprobación popular y el PIB brasileño crecía a un ritmo del 7,6% anual, la mayor tasa desde 1985.
El líder de la izquierda brasileña está preso desde el 7 de abril cumpliendo una condena de 12 años y un mes por delitos de corrupción, pero su partido confía en que la Justicia le otorgue libertad provisional y pueda ser candidato en las elecciones de octubre.
A pesar de que es el claro favorito, con el 30% de intenciones de voto, es poco probable que Lula pueda concurrir a los comicios, ya que la Justicia electoral veta candidaturas de condenados en segunda instancia.
La mayoría de los brasileños cree que Lula no será candidato, aunque el porcentaje cayó levemente en los últimos meses: en abril era el 62% de los encuestados, pero a principios de junio, el 55%.
Por otro lado, aumentó el número de brasileños que creen que Lula será candidato: de 34% a 40%.
La sociedad brasileña está claramente dividida respecto a la posibilidad de que Lula sea candidato: la mitad (48%) cree que la Justicia debería impedirlo, y la otra mitad (49%) es contraria al veto.
