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ASUNCIÓN. Cada vez parece más evidente que la carrera política de Efraín Alegre está llegando a su fin. Desesperado por mantenerse en vigencia, planteó prolongar su mandato al frente del PLRA, y, en lugar de conseguir el apoyo de su primer anillo, lo que hicieron sus seguidores fue enojarse y apartarse de él, consiguiendo el quiebre de la bancada oficialista liberal en el Senado.
Blas Llano, el principal referente de la disidencia liberal, explicó lo ocurrido diciendo que el PLRA está en bancarrota económica por culpa de los malos manejos de Alegre, y que se habla de una deuda de unos 38 mil millones de guaraníes.
“Así es imposible llevar la conducción de un partido. Un partido con más de 1 millón de afiliados y de más de 132 años no se maneja de manera bolichesca con la que él maneja. Aclaro que no tengo nada con los que manejan boliches, pero así no se maneja”, afirmó el presidente del Senado.
Además, criticó la falta de coordinación entre el partido y los legisladores liberales, debido al verticalismo que impone Alegre, quien cierra las puertas de la institución a quienes no formen parte de su equipo. “Independiente a que yo sea afín o no a Efraín Alegre, en mi calidad de senador yo no he recibido ninguna llamada para articular algún proyecto de ley”, añadió.
“Esta semana o la próxima voy a presentar un informe de cómo se utilizaba la compra de combustible para la campaña del señor Alegre, con boletas comunes y comprando grandes cantidades de una sola estación que, evidentemente, no son documentos que puedan ameritar el gasto”, informó Llano.
La idea del titular de la cámara es conversar con los que abandonaron la bancada oficialista del PLRA para coordinar acciones en común.
Uno de los que dejó la bancada efrainista fue José Ledesma, quien afirmó que “todos están molestos con Efraín Alegre. Hay liberales gobernadores, intendentes, que aguardan que desde el PLRA salga una orientación, un rumbo, y no existe”.
