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ASUNCIÓN.- Cada vez es más difícil que un legislador pueda perder su banca, de acuerdo al nuevo proyecto de Ley que reglamenta la pérdida de investidura, que fue tratado a medias por Diputados. Según Sebastián García, de Patria Querida, lo ocurrido demuestra que la bancada añetete no sigue la línea de la honestidad, porque lo acordado derivará en el blanqueamiento de los corruptos.
Aunque dentro del bloque colorado, el oficialismo añetete no tiene mayoría, sí la consigue en alianza con el PLRA y otros sectores de la oposición, lo que hizo que, justamente, el presidente de la cámara, Miguel Cuevas, pertenezca a dicho sector. Así que es fácil decidir que lo aprobado en la última sesión fue apoyado y, posiblemente, impulsado por el abdismo.
Esto es lo que hizo que García, de la bancada del PPQ, que no se alineó a la mayoría, responsabilizara al movimiento Colorado Añetete de lo ocurrido, diciendo que el sector liderado por el presidente Mario Abdo Benítez no sigue la línea de la honestidad, algo que al jefe de Estado le gusta decir que es un factor en el que se basa su gobierno.
La cámara decidió blindar aún más que la ley anterior, derogada por este mismo Parlamento, a los legisladores que pudieran tener causas pendientes que ameritarían su expulsión del Congreso. Lo hizo estableciendo que el procedimiento se fije por ley y no por reglamento y pasando la responsabilidad del juzgamiento al Tribunal Superior de Justicia Electoral y no a la cámara respectiva, volviendo el procedimiento largo, tedioso y difícil de concluir.
Según García, lo decidido y que sirve de base para el proyecto de Ley que será luego considerado en el Senado, lo que realmente logra es el “blanqueamiento” para los corruptos. Su bancada es una de las que pidió que el liberal Carlos Portillo sea sometido al juicio de pérdida de investidura, debido a denuncias por tráfico de influencias, por lo que está imputado por el Ministerio Público.
Fue justamente este planteamiento, presentado en septiembre pasado, lo que hizo que la mayoría de la cámara buscara la forma de alargar el proceso de pérdida de investidura, blindando así a su colega, y evitando que otros le sigan luego, ante el riesgo de quedar sin banca. Todas las advertencias planteadas por varios medios de comunicación se concretaron en la sesión del martes pasado. El autoblindaje es mucho más duro y retorcido que en la ley derogada en julio pasado.
